Desde la altura de su condición de ex Presidente y jefe del partido, Raúl Alfonsín observa la realidad del país y la interna de su agrupación con una perspectiva que lo aleja de las minucias cotidianas. Se ha impuesto el papel de mediador y consejero. En el Comité Federal de la UCR, reunido hoy, tratará de amortiguar los reclamos de los cabecillas del interior del país, debido a la renuencia del presidente de la Rúa de reemplazar
en los cargos públicos a los funcionarios designados durante el reinado menemista .
Los descontentos están a la espera de que el presidente de la República firme las correspondientes designaciones. Este, a su vez, está complicado con los conflictos abiertos por su política de reajuste y por la estrategia a instrumentar en pro de un diálogo social.
Precisamente éste es un objetivo caro a Alfonsín, que tiene especial predisposición a manejar con justeza los tiempos políticos y sociales. Le preocupa que caigan las hojas del calendario de 2000, porque la agenda electoral recién será abierta el año próximo y entonces todo será más difícil de conciliar.
Desde la altura de su condición de ex Presidente y jefe del partido, Raúl Alfonsín observa la realidad del país y la interna de su agrupación con una perspectiva que lo aleja de las minucias cotidianas. Se ha impuesto el papel de mediador y consejero. En el Comité Federal de la UCR, reunido hoy, tratará de amortiguar los reclamos de los cabecillas del interior del país, debido a la renuencia del presidente de la Rúa de reemplazar
en los cargos públicos a los funcionarios designados durante el reinado menemista .
Los descontentos están a la espera de que el presidente de la República firme las correspondientes designaciones. Este, a su vez, está complicado con los conflictos abiertos por su política de reajuste y por la estrategia a instrumentar en pro de un diálogo social.
Precisamente éste es un objetivo caro a Alfonsín, que tiene especial predisposición a manejar con justeza los tiempos políticos y sociales. Le preocupa que caigan las hojas del calendario de 2000, porque la agenda electoral recién será abierta el año próximo y entonces todo será más difícil de conciliar.