Las estrellas del espectáculo resultan mucho más confiables a los ojos del público norteamericano que los políticos que conducen el país. Tom Hanks quedó en el primer puesto del top 100 de los personajes más confiables en Estados Unidos, en un ránking cuya particularidad es que Sandra Bullock o Denzel Washington superan largamente en credibilidad al jefe de Estado en su segundo mandato.
También los ex secretarios Madeleine Albright (número 23), Colin Powell (32) e Hillary Clinton (51), lo mismo que Jimmy Carter (24), obtuvieron el voto de la gente antes que el propio Presidente, pero quedaron relegados respecto de los artistas.
¿Farandulización de la política, descrédito de los políticos? ¿Credibilidad de las estrellas de cine por ser los amos de los Oscar?
Para considerar cuán fiables son, los ciudadanos norteamericanos tuvieron en cuenta factores como la integridad, carácter, talento, valores morales, honestidad y liderazgo.
Y declararon más identificados con esos atributos a los médicos, líderes espirituales, profesores, pero las caras conocidas de Hollywood terminan siendo considerados los maestros de la clase política.
La nueva compulsa sorprende a Barack Obama descendiendo del puesto 44 del primer mandato al 65 en este segundo, superado hasta por su propia esposa, que más que por ser primera dama ascendió en las preferencias por haber sido, en abril, la portada de Vogue.
Clint Easwood, a pesar de que en la etapa de la convención republicana había atacado al líder demócrata, pesó más como cineasta y fue distinguido por los encuestados con la 13 ubicación.
Son signos del desapego que la ciudadanía siente por los dirigentes políticos, cuyo desprestigio había sido tantas veces denunciado por el propio primer mandatario.