Alemania pide “menor dureza” en la negociación con acreedores

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El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, afirmó que “el período durante el cual Argentina no atiende los servicios de la deuda es demasiado largo”, y pidió a las autoridades “condiciones menos duras” para los acreedores externos.

Las declaraciones de Eichel transitaron entre la presión y el apoyo a la Argentina, ya que, después de mostrarse sorprendido por la evolución económica del país: “nadie hubiese esperado que se recuperara de una manera tan importante”; también replicó la “agresividad” de la estrategia nacional en torno a la deuda.

“La Argentina necesita nuevamente el acceso al mercado de
capitales y si no arregla con los bonistas puede verse afuera de
él”, alertó el funcionario alemán.

El gobierno de Gerhard Schroeder desea ver “un mayor diálogo” con los principales grupos de bonistas, aunque se mantiene al margen de la compleja negociación para canjear bonos por US$88.000 millones.

Alemania pretende dejar al margen de su agenda interna el conflicto de la deuda argentina, pero su rol como principal accionista europeo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace que deba implicarse de todas maneras.

En ese sentido, Eichel -que tiene a su cargo la relación con el FMI-llegó a la Argentina con la misión de plantear cierta preocupación por el “lenguaje” que el país utiliza con los acreedores, “molestia” que también habia expresado Egipto, China y Rusia.

Ex primer ministro del estado de Hesse, ex diputado federal y
miembro de la presidencia del partido socialdemócrata, Eichel
abordó, también, aspectos vinculados al Grupo de los 20 (G-20)
que Alemania lidera este año.

El G-20, integrado por países desarrollados y en desarrollo,
tiene una amplia agenda que incluye desde la creación de un código
de ética para las finanzas internacionales y la integración
regional hasta el combate al lavado de dinero y al terrorismo.

En su paso por Brasilia, Eichel había asegurado que si el G-20 tuviera un código de ética podría utilizarlo en casos como el default argentino, con “normas claras para actuar y negociar durante esas graves crisis”.

Las declaraciones de Eichel transitaron entre la presión y el apoyo a la Argentina, ya que, después de mostrarse sorprendido por la evolución económica del país: “nadie hubiese esperado que se recuperara de una manera tan importante”; también replicó la “agresividad” de la estrategia nacional en torno a la deuda.

“La Argentina necesita nuevamente el acceso al mercado de
capitales y si no arregla con los bonistas puede verse afuera de
él”, alertó el funcionario alemán.

El gobierno de Gerhard Schroeder desea ver “un mayor diálogo” con los principales grupos de bonistas, aunque se mantiene al margen de la compleja negociación para canjear bonos por US$88.000 millones.

Alemania pretende dejar al margen de su agenda interna el conflicto de la deuda argentina, pero su rol como principal accionista europeo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace que deba implicarse de todas maneras.

En ese sentido, Eichel -que tiene a su cargo la relación con el FMI-llegó a la Argentina con la misión de plantear cierta preocupación por el “lenguaje” que el país utiliza con los acreedores, “molestia” que también habia expresado Egipto, China y Rusia.

Ex primer ministro del estado de Hesse, ex diputado federal y
miembro de la presidencia del partido socialdemócrata, Eichel
abordó, también, aspectos vinculados al Grupo de los 20 (G-20)
que Alemania lidera este año.

El G-20, integrado por países desarrollados y en desarrollo,
tiene una amplia agenda que incluye desde la creación de un código
de ética para las finanzas internacionales y la integración
regional hasta el combate al lavado de dinero y al terrorismo.

En su paso por Brasilia, Eichel había asegurado que si el G-20 tuviera un código de ética podría utilizarlo en casos como el default argentino, con “normas claras para actuar y negociar durante esas graves crisis”.

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