<p>Poco antes del encuentro entre líderes europeos en Bruselas, cada uno mueve sus piezas buscando la forma que cree más conveniente para salvar a Europa. Los mercados le tienden la alfombra roja a España para que pida su segundo recate, y la administración de Rajoy obtiene el menor costo desde abril para €4.600 millones en bonos, a 5,458%. Pero Rajoy aún espera garantías para salir a pedir el rescate y negocia con la Canciller. El presidente francés Hollande, apoyó ayer a España y a Italia, al declarar que más que austeridad los países necesitan planes de estímulo.</p>
<p>Del otro lado se ubica Alemania, quien de la mano de Ángela Merkel y su ministro de economía, insisten en que los presupuestos de los países que se endeudan sean supervisados y transformados por una autoridad financiera supranacional europea. Merkel se mostró ayer sorprendida por el rechazo de los otros países a su propuesta. La canciller dijo que propone una nueva forma de solidaridad. Porque “necesitamos solidaridad, pero una solidaridad que nos lleve a lo que más necesitamos: más competitividad”. Para Merkel la propuesta francesa de ayuda financiera sin condiciones no está ayudando a resucitar la economía de ciertos países. Esta forma de ayuda en que cada estado asume su propia responsabilidad no es la respuesta correcta.</p>
<p>A pesar de las diferencias, todos siguen apostando por una Europa unida. Merkel viajó recientemente a Grecia –a punto de declarar su quiebra- y a su regreso dijo que este país necesita un poco más de tiempo para cumplir sus compromisos de reducción del déficit. El gobierno griego pudo volver a tomar aire, aunque obviamente tendrá que apretar un poco más el cinturón.</p>
<p>Mientras tanto, siguen las protestas masivas y se anuncian nuevas huelgas generales tanto en Grecia, como en Portugal y España.</p>
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Alemania contra el resto de los países en cumbre europea
La Canciller alemana quiere una supervisión extranacional a los presupuestos de cada país y propone un fondo para la competitividad.