Alarman ataques contra la propiedad intelectual
Agravadas por WikiLeaks, proliferan las amenazas a la seguridad de datos en el sector privado. El departamento de defensa cree que las empresas debieran ser más proactivas al respecto, al igual que los gobiernos de occidente.
15 diciembre, 2010
<p>En general, “ataques e intromisiones subrayan un cambio –señala William Lynn, subsecretario de la cartera- de lo comercial o industrial, especialmente en el caso chino, a la seguridad nacional. Esto involucra complejas cuestiones”.<br />
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“La propiedad intelectual y la información forman parte de una ecuación más amplia y peligrosa”, acota el funcionario en una conversación con Barron’s. “Si cada día más actores clandestinos sustraen datos confidenciales o protegidos por las leyes, en el largo plazo terminarán comprometiendo la seguridad de este país y otros. Además, dañan la economía”. <br />
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Lynn admite que los esfuerzos para recortar el déficit fiscal también afectarán el cuantioso presupuesto del Pentágono, pese a la típica resistencia de los militares. Pero, también, un eventual retiro de tropas en Afganistán puede disminuir costos bélicos. Justamente este tema empalma, en el planteo del funcionario con una tanda de cables secretos sobre esta guerra, filtrados por las huestes de Julian Assange y su “comunidad pirata”. <br />
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Pero esos correos electrónicos van más allá de Afganistán-Pakistán y los diplomáticos implicados. También aluden a ciberataques e intrusiones vía Internet presuntamente originados en China, aunque sin relación con guerra alguna. A Washington lo desvela la política de Beijing en lo tocante a secretos industriales o financieros del sector privado, más que los proyectiles apuntando a Taiwán. <br />
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Las filtraciones de WikiLeaks, de paso, exponen las fragilidades endémicas de la seguridad militar. En este plano, Bradley Manning –ex agente de inteligencia en el propio Pentágono- es todo un ejemplo: lo procesan por pasar información secreta a grupos civiles defensores de la privacidad. Una especie de Assange avant-la-lettre. En esta materia, Lynn querría vigilancia y restricciones mayores a la venta de equipos y dispositivos cibernéticos. <br />
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A su criterio, “la red energética, los sistemas financieros, los canales de Internet y otros recursos exigen niveles de protección superiores a los disponibles actualmente”. Fiel a sus concepciones conspirativas de la realidad, el Pentágono y sus ideólogos ven el ciberespacio como “quinto campo bélico”. Ya los militares han creado un cibercomando para coordinar estas futuras guerras. En ese momento (agosto), todavía no conocían WikiLeaks. Un detalle brilla por su ausencia: el creciente papel de la Web en el narcotráfico internacional. <br />
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