Agropecuarios: buenas y malas

El sector agropecuario tuvo buenas y malas noticias, esta semana. Entre las buenas:se levantaron las restricciones al movimiento de hacienda. Las malas: el clima entorpece el embarque de granos.

23 septiembre, 2000

La semana comenzó con una nota de optimismo para los sectores vinculados con la industria ganadera. Pasado un mes desde la crisis creada por el brote de aftosa localizado en provincias fronterizas, se reanudó el movimiento de hacienda para faena e invernada. Además será posible efectuar exposiciones y remates de reproductores, actividades suspendidas desde el alerta sanitario provocado por la aparición de animales contagiados. Por supuesto, todo se hará en base a estrictas normas de seguridad destinadas a evitar cualquier desliz que pudiera afectar la condición de país libre de aftosa sin vacunación que reclama la Argentina.

De tal manera el regreso a la normalidad será lento por la obligación de cerciorarse de que no existe ningún género de contagio en los animales, lo cual exige una serie de medidas que demandan varios días. En fuentes agropecuarias se
estima que el período de espera no será menos de 15 días, hasta lograr un razonable margen de seguridad,

Las restricciones impuestas por el Senasa comenzaron el 11 de agosto y al cabo de haberse efectuado 25 mil análisis, se adoptó la decisión de ir normalizando paulatinamente la actividad. De acuerdo a declaraciones de Manuel Cabanellas, dirigente de la Confederación Rural Argentina, se espera la llegada de delegaciones de Estados Unidos y Europa, en las próximas semanas para estudiar la situación, a la que – sostuvo – podrán encontrar normalizada.

Por otro lado, el gobernador de Entre Ríos–Sergio Montiel– se propone invitar a productores de citrus de Tucumán y, eventualmente, del Uruguay, para constituir con los productores de su provincia un grupo de empresas regionales para encarar la exportación de productos cítricos en volúmenes y niveles de calidad compatibles con las exigencias de los grandes mercados mundiales.

Así lo hizo saber a su regreso del viaje en el que acompañó al presidente Fernando de la Rúa, en el que pudo percibir buenas perspectivas para la exportación de citrus. En particular hizo mención de China y Canadá como fuentes de demanda, tema sobre el que mantuvo conversaciones con su colega de Tucumán, Julio Miranda y con el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini.

Similares posibilidades, a explorar en conjunto con otras provincias – Santa Fe, Chaco y Corrientes – se dan en materia de arroz, miel, madera y arroz.

La mala noticia: las exportaciones argentinas de granos disminuyeron debido al mal clima, que obliga a los compradores internacionales a buscar otros proveedores. La demora de cargamentos fue más frecuente en el puerto de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, y en Necochea, al sur de Buenos Aires.

Este obstáculo aparece cuando la Argentina está ocupada en la venta de su segunda mejor cosecha de la historia, estimada en 64 millones de toneladas según la Secretaría de Agricultura. Los cuatro cultivos más importantes del país, girasol, trigo, maíz y soja, se encuentran posicionados en los principales puestos de las estadísticas mundiales. La producción despegó desde que la estabilidad permitió a los productores realizar mayores inversiones. En 1989/90, la cosecha total de Argentina era de 35,6 millones de toneladas.

La semana comenzó con una nota de optimismo para los sectores vinculados con la industria ganadera. Pasado un mes desde la crisis creada por el brote de aftosa localizado en provincias fronterizas, se reanudó el movimiento de hacienda para faena e invernada. Además será posible efectuar exposiciones y remates de reproductores, actividades suspendidas desde el alerta sanitario provocado por la aparición de animales contagiados. Por supuesto, todo se hará en base a estrictas normas de seguridad destinadas a evitar cualquier desliz que pudiera afectar la condición de país libre de aftosa sin vacunación que reclama la Argentina.

De tal manera el regreso a la normalidad será lento por la obligación de cerciorarse de que no existe ningún género de contagio en los animales, lo cual exige una serie de medidas que demandan varios días. En fuentes agropecuarias se
estima que el período de espera no será menos de 15 días, hasta lograr un razonable margen de seguridad,

Las restricciones impuestas por el Senasa comenzaron el 11 de agosto y al cabo de haberse efectuado 25 mil análisis, se adoptó la decisión de ir normalizando paulatinamente la actividad. De acuerdo a declaraciones de Manuel Cabanellas, dirigente de la Confederación Rural Argentina, se espera la llegada de delegaciones de Estados Unidos y Europa, en las próximas semanas para estudiar la situación, a la que – sostuvo – podrán encontrar normalizada.

Por otro lado, el gobernador de Entre Ríos–Sergio Montiel– se propone invitar a productores de citrus de Tucumán y, eventualmente, del Uruguay, para constituir con los productores de su provincia un grupo de empresas regionales para encarar la exportación de productos cítricos en volúmenes y niveles de calidad compatibles con las exigencias de los grandes mercados mundiales.

Así lo hizo saber a su regreso del viaje en el que acompañó al presidente Fernando de la Rúa, en el que pudo percibir buenas perspectivas para la exportación de citrus. En particular hizo mención de China y Canadá como fuentes de demanda, tema sobre el que mantuvo conversaciones con su colega de Tucumán, Julio Miranda y con el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini.

Similares posibilidades, a explorar en conjunto con otras provincias – Santa Fe, Chaco y Corrientes – se dan en materia de arroz, miel, madera y arroz.

La mala noticia: las exportaciones argentinas de granos disminuyeron debido al mal clima, que obliga a los compradores internacionales a buscar otros proveedores. La demora de cargamentos fue más frecuente en el puerto de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, y en Necochea, al sur de Buenos Aires.

Este obstáculo aparece cuando la Argentina está ocupada en la venta de su segunda mejor cosecha de la historia, estimada en 64 millones de toneladas según la Secretaría de Agricultura. Los cuatro cultivos más importantes del país, girasol, trigo, maíz y soja, se encuentran posicionados en los principales puestos de las estadísticas mundiales. La producción despegó desde que la estabilidad permitió a los productores realizar mayores inversiones. En 1989/90, la cosecha total de Argentina era de 35,6 millones de toneladas.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades