El reconocimiento de casos de fiebre aftosa en el país, provocó el cierre de los principales mercados compradores de productos cárnicos argentinos.
Esto significa, según estiman representantes del sector la pérdida de US$ 500 millones anuales en exportaciones y , aproximadamente, 8.000 puestos de trabajo debido a que ya han comenzado a cerrar varios frigoríficos.
Esta situación generó la indignación de los representantes del sector; “han pasado 72 horas desde el reconocimiento oficial de focos de aftosa y todavía no tenemos con quién dialogar” señaló Miguel Schiaritti, el titular de la Cámara de la Industria de la Carne.
Esa entidad, junto a otras tres organizaciones del sector, reclamó una reunión “urgente” con el secretario de la Producción, Víctor Savanti, pero no obtuvo respuesta. Tampoco tuvieron suerte con Cancillería.
En simultáneo, la Federación Gremial de la Carne se declaró en “estado de alerta y movilización”.
Otras entidades, como la Sociedad Rural, el Centro de Consignatarios y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales , convocaron directamente a un boicot de las importaciones europeas, como represalia.
La Rural propuso “no desembarcar ningún tipo de mercaderías ni productos provenientes de la UE”.
En el Senasa, mientras tanto, todavía no se había producido la anunciada intervención, que dejaría el organismo en manos del titular de la Asociación de la Industria de la Carne, Héctor Salamanco.
El reconocimiento de casos de fiebre aftosa en el país, provocó el cierre de los principales mercados compradores de productos cárnicos argentinos.
Esto significa, según estiman representantes del sector la pérdida de US$ 500 millones anuales en exportaciones y , aproximadamente, 8.000 puestos de trabajo debido a que ya han comenzado a cerrar varios frigoríficos.
Esta situación generó la indignación de los representantes del sector; “han pasado 72 horas desde el reconocimiento oficial de focos de aftosa y todavía no tenemos con quién dialogar” señaló Miguel Schiaritti, el titular de la Cámara de la Industria de la Carne.
Esa entidad, junto a otras tres organizaciones del sector, reclamó una reunión “urgente” con el secretario de la Producción, Víctor Savanti, pero no obtuvo respuesta. Tampoco tuvieron suerte con Cancillería.
En simultáneo, la Federación Gremial de la Carne se declaró en “estado de alerta y movilización”.
Otras entidades, como la Sociedad Rural, el Centro de Consignatarios y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales , convocaron directamente a un boicot de las importaciones europeas, como represalia.
La Rural propuso “no desembarcar ningún tipo de mercaderías ni productos provenientes de la UE”.
En el Senasa, mientras tanto, todavía no se había producido la anunciada intervención, que dejaría el organismo en manos del titular de la Asociación de la Industria de la Carne, Héctor Salamanco.