Aftosa: Ostuni aclaró la situación argentina

Afirmó que el país es "libre de aftosa sin vacunación, excepto en las zonas donde recibe la recomendación de vacuna", realizadas por la OIE. La decisión de Brasil generó polémica, pero aseguran que las perdidas serán menores.

22 febrero, 2001

Desde el Gobierno salieron hoy (jueves 22) a bajar el tono de la fuerte decisión del Brasil de suspender las importaciones de carnes vacunas con hueso y animales en pie, producidos en Argentina, y recalificó la resolución del máximo organismo sanitario mundial, respecto de bajar el status a la ganadería nacional.

En ese contexto, el vocero presidencial Ricardo Ostuni consideró hoy que “felizmente, la Argentina sigue siendo país libre de aftosa sin vacunación, excepto en las zonas donde recibe la recomendación de vacuna”, tras lo cual sostuvo que la Organización Internacional de Epizootias (OIE), que había otorgado el certificado de país libre de aftosa en mayo de 2000, “confirmó al país que mantendrá su status en las regiones donde no haya que inocular” a los vacunos.

Asimismo, cargó contra la gestión de gobierno de Carlos Menem, al cuestionar que en 1999, cuando el país obtuvo rango de “libre de aftosa”, se dejara de vacunar a los rodeos vacunos, a pesar de haber recibido recomendaciones contrarias a esa decisión.

Ayer, la Argentina acordó con Brasil la restricción voluntaria de las exportaciones de ganado al país vecino. La medida, que estará en vigencia por tiempo indefinido, afecta el comercio de animales vivos, carne con hueso y material de reproducción.

La decisión generó en un primer momento una polémica entre funcionarios de ambos países, debido a que el ministro de Agricultura brasileño, Marcus Vinicius Pratini de Moraes, decidió emitir un comunicado donde se señalaba que era Brasil quien prohibía las importaciones argentinas.

Mientras tanto, los funcionarios argentinos ofrecían otra versión de los hechos; el embajador argentino en Brasilia, Juan José Uranga aclaró que fue nuestro país quien ofreció la autolimitación en el comercio de carnes y que la misma no implica, de ninguna manera, un reconocimiento, por parte de la Argentina, de existencia de aftosa en el país.

El embajador precisó que la autorestricción se mantendrá hasta que la OIE apruebe el Programa de Prevención elaborado por el Senasa para afrontar el riesgo de enfermedad, que ayer fue presentado a las autoridades sanitarias brasileñas.

Por su parte, el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Antonio Berhongaray, tras mantener una reunión con el presidente Fernando de la Rúa, insistió en que “fue una medida preventiva abordada de común acuerdo”, y minimizó el impacto de la suspensión de estos envíos, al señalar que las pérdidas para el sector sólo alcanzarán los US$ 20 millones anuales.

Además, el funcionario buscó despejar los temores sobre la propagación de la enfermedad, y negó que Estados Unidos tenga en carpeta la suspensión de compra de carne argentina por el problema de la aftosa.

Desde el Gobierno salieron hoy (jueves 22) a bajar el tono de la fuerte decisión del Brasil de suspender las importaciones de carnes vacunas con hueso y animales en pie, producidos en Argentina, y recalificó la resolución del máximo organismo sanitario mundial, respecto de bajar el status a la ganadería nacional.

En ese contexto, el vocero presidencial Ricardo Ostuni consideró hoy que “felizmente, la Argentina sigue siendo país libre de aftosa sin vacunación, excepto en las zonas donde recibe la recomendación de vacuna”, tras lo cual sostuvo que la Organización Internacional de Epizootias (OIE), que había otorgado el certificado de país libre de aftosa en mayo de 2000, “confirmó al país que mantendrá su status en las regiones donde no haya que inocular” a los vacunos.

Asimismo, cargó contra la gestión de gobierno de Carlos Menem, al cuestionar que en 1999, cuando el país obtuvo rango de “libre de aftosa”, se dejara de vacunar a los rodeos vacunos, a pesar de haber recibido recomendaciones contrarias a esa decisión.

Ayer, la Argentina acordó con Brasil la restricción voluntaria de las exportaciones de ganado al país vecino. La medida, que estará en vigencia por tiempo indefinido, afecta el comercio de animales vivos, carne con hueso y material de reproducción.

La decisión generó en un primer momento una polémica entre funcionarios de ambos países, debido a que el ministro de Agricultura brasileño, Marcus Vinicius Pratini de Moraes, decidió emitir un comunicado donde se señalaba que era Brasil quien prohibía las importaciones argentinas.

Mientras tanto, los funcionarios argentinos ofrecían otra versión de los hechos; el embajador argentino en Brasilia, Juan José Uranga aclaró que fue nuestro país quien ofreció la autolimitación en el comercio de carnes y que la misma no implica, de ninguna manera, un reconocimiento, por parte de la Argentina, de existencia de aftosa en el país.

El embajador precisó que la autorestricción se mantendrá hasta que la OIE apruebe el Programa de Prevención elaborado por el Senasa para afrontar el riesgo de enfermedad, que ayer fue presentado a las autoridades sanitarias brasileñas.

Por su parte, el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Antonio Berhongaray, tras mantener una reunión con el presidente Fernando de la Rúa, insistió en que “fue una medida preventiva abordada de común acuerdo”, y minimizó el impacto de la suspensión de estos envíos, al señalar que las pérdidas para el sector sólo alcanzarán los US$ 20 millones anuales.

Además, el funcionario buscó despejar los temores sobre la propagación de la enfermedad, y negó que Estados Unidos tenga en carpeta la suspensión de compra de carne argentina por el problema de la aftosa.

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