Fue el último domingo de febrero que la UE acordó con el gobierno turco que Ankara tomará medidas para cortar el flujo de inmigrantes que entra a Europa. A cambio de eso, recibirá ayuda financiera y apoyo a su moción para entrar al bloque de 28 naciones.
Durante semanas el primer ministro turco fue presionado desde Bruselas y Berlín para que Ankara acepte rechazar sistemáticamente a inmigrantes no sirios y tome medidas contra el contrabando. El domingo llegaron al acuerdo. Aunque todavía es tentativo, su implementación va a ser difícil. Los términos supondrían poner fin a la crisis de inmigración que sufre Europa. Hasta ahora, todas las estrategias implementadas para reducir la cantidad de personas que huyen hacia Europa han fracasado.
Según algunas versiones que surgen de personas cercanas a las negociaciones, Turquí se aviene a aceptar a todos los inmigrantes rescatados en aguas internacionales por la misión de la OTAN. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk advirtió que las puertas de Europa se cierran para todos aquellos que no están siendo perseguidos. De acuerdo con esto, Europa pondrá en marcha su sistema de devolver inmigrantes sin perspectivas de lograr estatus de refugiados. Aproximadamente unas 2.000 personas por día llegan a las islas griegas, la mitad de las cuales son sirios. En total, el año pasado llegaron por mar a los países europeos 1,2 millones de inmigrantes