Acuerdo de París: gran alianza contra Trump

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La nueva Declaración del Clima representa a 120 millones de ciudadanos estadounidenses y tiene una significación económica equivalente a US$ 6,2 billones (millones de millones en español) de la economía de ese país.

Más de 1.200 personalidades, entre ellas gobernadores, alcaldes, empresarios, inversores, facultades y universidades de todo Estados Unidos o con operaciones significativas en ese país, reafirmaron su objetivo de continuar asegurando la posición de liderazgo de EE.UU en la reducción de emisiones de carbono. Esta es la más amplia coalición transversal de la economía norteamericana unida en busca de la acción climática. Entre los signatarios de la Declaración del Clima están líderes de 125 ciudades, 9 estados, 902 empresas e inversores y 183 facultades y universidades. Las ciudades y los estados participantes representan a 120 millones de estadounidenses y contribuyen con US$ 6,2 billones (millones de millones) a la economía estadounidense, incluyendo California y Oregón, ciudades como Nueva York, Los Ãngeles y Houston, así como ciudades más pequeñas como Pittsburgh, Pensilvania y Dubuque, Iowa.

Una mezcla de universidades privadas, escuelas estatales y colegios comunitarios, pequeños y grandes, se unió a la iniciativa. En total, las empresas signatarias y los inversores representan un ingreso anual total de US$ 1,4 billones e incluyen varias empresas del Fortune 500, como Apple, eBay, Gap Inc., Google, Intel, Microsoft y Nike, además de cientos de pequeñas empresas. Juntos, estos líderes están enviando una señal clara a la comunidad internacional y a los otros 194 países firmantes del Acuerdo de París, sobre la continuidad del compromiso de EE.UU con la ambiciosa acción sobre el cambio climático, a pesar de la ausencia de liderazgo a escala federal.

La declaración clasifica “El anuncio de la administración de Trump [como uno que] mina un pilar clave en la lucha contra el cambio climático [y que está] fuera de compasión con lo que está ocurriendo en Estados Unidos”. Los signatarios entienden que el Acuerdo de París es un modelo para la creación de empleo, estabilidad y prosperidad global y que acelerar la transición de la energía limpia de los Estados Unidos es una oportunidad – no una responsabilidad – para crear empleos, estimular la innovación, promover el comercio y garantizar la competitividad estadounidense. Al declarar que “todavía estamos dentro”, los firmantes están poniendo los mejores intereses de sus constituyentes, clientes, estudiantes y comunidades en primer lugar, asegurando al resto del mundo que el liderazgo estadounidense sobre cambio climático se extiende mucho más allá del gobierno federal.  

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