Aceleran megapaquete europeo mientras se tambalea Francia
Hungría vive un pánico desordenado cuya salida remite a la Eurozona, aunque ese país no la integre. Pero desenmascara a los calificadores que sobrevaluaban sin fundamento sus bonos. Mientras, el riesgo roza al núcleo duro: Francia, Holanda y Bélgica.
5 junio, 2010
<p>Una puja por lograr el grado AAA desemboca en el desprestigio de Moody’s Investors Service –cuyo mayor accionista es Warren Buffett-, Standard & Poor’s y, en especial, Fitch Ratings. Ahora, el grupo de los 20 descubre que esos títulos inflados por las agencias han generado una “mancha negra” de € 440.000 millones en el flanco sudeste de la Unión Europea (Hungría y sus vecinos, claro), equivalente a 59% del megapaquete.<br />
<br />
Resulta irónico que esos títulos deban ser rescatados de algún modo por gobiernos de la Eurozona, como determinó hace una semana el Eurogrupo, o sea los ministros financieros de la región. Pero el estólido Banco Central Europeo aguardará meses a que el megafondo intervenga y sanee las economías reales. Pero todo eso parece un juego de abalorios donde no se perfilan ganadores o perdedores claros, salvo el continuum especulativo Londres-Nueva York-Singapur.<br />
<br />
Entre un extremo y otro, Alemania fomenta el agravamiento de ciertas tendencias, vía Axel Weber, presidente del Bundesbank (banco central) y aspirante al cargo que ocupa Jean-Claude Trichet en el BCE. No por casualidad, hace semanas que el teutón se distancia de una decisión del Eurogrupo: usar el megapaquete de € 750.000 millones para tomar deuda soberana.<br />
<br />
De esa forma, “Weber mina la credibilidad de la estrategia encarada por el BCE y el Eurogrupo (Jean-Claude Juncker)” afirma James Nixon, de Société Générale. Tampoco es accidental que algunos medios alemanes ventilen un complot del BCE para salvar la banca parisina o a Francia misma. En este juego sucio, a tres semanas de aprobado el megapaquete, salta Hungría y el euro perfora el piso de US$ 1,20.<br />
<br />
Budapest es un caso desconcertante. Para empezar, su deuda pública representa 79% del producto bruto interno. Igual que la alemana. Eso no le impide a Berlín mover algunas piezas de un tablero tridimensional, con el fin de cerca al núcleo duro de la Eurozona: Francia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo. Pese a que, en el grupo, la relación PBI-deuda oscile de 10 a 15%.</p>
<p> </p>
<p> </p>