Abril con viento de cola y mayores exportaciones

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En el cuarto mes del año, el saldo del comercio exterior de bienes fue superavitario en más de US$ 1.400 millones.

Hubo compras del orden de los US$ 4.700 millones (+61% i.a.) y ventas por más de US$6.100 M (+41% i.a.).

Así, en el primer cuatrimestre del año, el resultado comercial acumula un saldo favorable en US$$ 4.000 millones (0,9% del PBI), explica el habitual informe de la consultora Ecolatina. Este monto, si bien significativo, es levemente inferior al observado en el mismo período del año pasado, cuando superó los US$ 4.900 millones (1,3% del Producto). No obstante, considerando la recuperación de la actividad industrial -principal demandante de importaciones- el resultado, mejora de los términos de intercambio mediante, es muy positivo.

El elemento más destacado del intercambio comercial de abril fueron las ventas al exterior. Estas incluyeron las primeras ventas de la cosecha gruesa de la última campaña agrícola y así mostraron su mayor nivel desde agosto de 2014.

Esta suba se observó los tres principales rubros: las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) treparon 79% i.a., las de Origen Agropecuario (MOA), 58% i.a. y los productos primarios, 17% i.a. Mientras que en este último segmento el crecimiento estuvo enteramente vinculado con el alza de las commodities, ya que las cantidades se redujeron 4% i.a., esto no fue así en los productos elaborados.

En el caso de las MOA, la mejora se dio tanto por el lado de los precios (+29% i.a.) como de las cantidades (+22% i.a.; ubicándose 19% por encima de los volúmenes exportados en abril de 2019). Por su parte, la suba de las MOI fue puramente genuina, ya que estas ventas crecieron 78% i.a. en volúmenes y 1% en precios. A pesar de esto, las cantidades exportadas de este rubro todavía se ubicaron 24% por debajo de los volúmenes vendidos en abril de 2019, previo a la irrupción de la pandemia.

En este sentido, podemos afirmar que el buen dato de las ventas no fue una consecuencia únicamente del efecto de las cotizaciones, sino que también estuvo ayudado por la baja base de comparación (abril de 2020 fue el mes de mayores restricciones económicas y sanitarias por la pandemia) y la recuperación de nuestros principales socios comerciales.

Respecto a las importaciones, éstas mostraron una reducción respecto a marzo, cuando habían registrado un nivel muy elevado, desacelerando levemente su avance interanual (de 69% a 61%). Nuevamente, el crecimiento se dio en todos los rubros, con los autos (+82% i.a.), los bienes de capital (+67% i.a.) y sus partes y piezas (+90% i.a.) y los bienes intermedios (+57% i.a.) liderando. Así, a pesar del endurecimiento de las restricciones, las compras externas reflejan una economía que opera a niveles superiores a los de la primera ola de contagios.

¿Incrementar las reservas netas? 

Argentina enfrentará los próximos años grandes vencimientos de deuda en moneda extranjera. En paralelo, deberá encarar un proceso de recuperación de su economía luego de una década de estancamiento. Todo eso insume divisas; para el pago de obligaciones y para las importaciones que requiere el crecimiento.

Por esto, tener un resultado comercial positivo con exportaciones crecientes en un escenario de precios internacionales favorables es un muy buen signo. De la mano de las ventas al exterior, las reservas internacionales netas se recuperaron un 39% en lo que va del 2021. Aunque aún no revirtieron lo perdido el año pasado, sí mejoraron la capacidad del BCRA de estabilizar la economía.

Sin embargo, medidas como la prohibición de las ventas de carne al exterior (que representan el 6% del total de envíos) van en un sentido contrario a lo que necesita nuestro país, y podrían erosionar las capacidades exportadoras de rubros con buena inserción en mercados internacionales. Esto no sólo golpearía al ingreso de divisas y de recaudación por retenciones, sino también al empleo.

Por ahora, en la medida en que estas políticas guardan su carácter de transitorio, esperamos que las ventas al exterior continúen creciendo significativamente. Al mismo tiempo, la recuperación de la actividad económica traccionaría también las compras.

De esta forma, el superávit comercial se ubicará en torno a los US$ 12.500 millones, en línea con el saldo obtenido en 2020. Considerando los pagos de deuda en moneda dura del Tesoro nacional programados para este año (más de US$ 10.000 millones) y la venta de dólares a ahorristas minoristas que se agudizará en los meses previos a las elecciones, esto significaría una pequeña reducción de las reservas netas del BCRA.

 

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