Sin muchas ilusiones, Berlín abrió el fuego: garantirá todos los depósitos personales y convino con la banca privada un rescate de € 50.000 millones, unos US$ 70.000 millones para Hypo Real Estate. En Francia, el líder BNP Paribas tomará 75% del paquete Fortis en Bélgica y 66% en Luxemburgo. En Italia, su primer banco –UniCredito- trata de arreglárselas solo e inyecta capital por € 6.600 millones.
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<p>Los presidentes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Eurogrupo –Barroso, Trichet y, especialmente, el luxemburgués Junker- responden en realidad el ala más ultramontana del negocio financiero, no tanto a las entidades que encabezan. Junto con ellos, Mervyn King (Banco de Inglaterra) operaron en París contra el “síndrome norteamericano”. </p>
<p>Vale decir, salvatajes coordinados, fondos de apoyo, etc. Junker llegó al extremo de exigir “la vuelta a Maastricht”, un esquema de buena conducta fiscal demolido hace años por la realidad económica y financiera. Pero, en realidad, lo que Europa occidental vive es tabú para la ortodoxia: apresuradas intervenciones, estatizaciones o nacionalizaciones lisas y llanas. </p>
<p>Fortis ha sido la primera financiera relevante nacionalizada en parte por Bélgica, Francia y Luxemburgo, pagando € 11.200 millones (US$ 15.700 millones). Este grupo compró hace poco el próspero ABN-Amro. Esa misma combinación menos Holanda desembolsa € 6.400 millones para Dexia. A meses de haber rescatado a la caja hipotecaria Northern Rock, Londres nacionalizó su rival, Bradford & Bingley, y le vendió sucursales a Banco Santander Central Hispano. </p>
<p>En Alemania, Hypo Real Estate afrontaba una crisis de malas hipotecas, mayormente en Estados Unidos e Irlanda. Para superarla hicieron falta € 50.000 millones, de los cuales 39.000 millones (77%) garantidos por Alemania misma Berlín. </p>
<p>El derrumbe de Fortis se sentía desde mediados de septiembre también en Fráncfort, París, Milán y Bruselas. Al cierre del viernes, el título marcaba el mínimo en quince años y demostraba que esa sigilosa banca tenía los pies de barro. Naturalmente, los problemas de la financiera pueden afectar la triple fusión forjada el año pasado (Royal Bank of Scotland y Fortis tomaron ABN-Amro. </p>
<p>Por cierto, BSCH viene de perder la batalla con Deutsche Bank por Postbank y esto no le sienta bien. En cuanto a Fortis, hace pocos días echó al director gerente, Herman Verwilst, y lo reemplazó con Filip Dierckx. Mientras el ministro belga de hacienda, Didier Reynders (un títere de los banqueros) prometía asistencia a la compañía financiera, su colega holandés –Wouter Bos- recordaba que aún debe homologar la toma parcial de ABN-Amro por parte de Fortis. </p>
<p>En Londres, las cosas no marchaban mejor. El huracán financiero anglosajón, tras golpear meses atrás a la caja hipotecaria Nortthern Rock, alcanza ahora a Bradford & Bingley otra banca del mismo tipo. </p>
<p>En ese caso, se trata de depreciaciones y liquidaciones originadas en malas hipotecas norteamericanas. Desde hacía algunos días, se licuaban los bonos de B&B, una firma más chica que NR. Como en esa oportunidad, la capitalización bursátil de B&B se contrajo de US$ 14.500 millones a menos de 1.500 millones. </p>
<p>Por ende, forzó a una nacionalización que, como la de NR, transgrede las celosas normas mercantilistas del Banco de Inglaterra. Las mismas que acaba de exaltar el “Financial Times” en un patético editorial por la libertad de mercados que, quizás, haya sido redactado hace un siglo. Vale decir, en el crac de 1907/8, sospechosamente olvidado en el inventario del siglo XX. Ahora, la reunión de Paris fue tan inútil como los exorcismos de Junker para reanimar Maastricht. Pocos se forjan ilusiones sobre la inminente reunión del Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial). Hay un factor negativo: las elecciones norteamericanas están demasiado y Washington se licua como potencia dominante. </p>
A poco de la asamblea FMI-BIRF, Europa occidental intenta frenar un efecto dominó
La minicumbre del sábado Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia- ubicó la crisis bancaria en el plano nacional. La presencia de tres ortodoxos (José Manoel Durảo Barroso, Jean-Claude Trichet, Jean-Claude Junker) evitó coordinar la Eurozona.