Ya ha dicho que va a gravar productos por valor de US$ 500.000 millones, lo cual equivale más o menos a la totalidad de las exportaciones de bienes de China a Estados Unidos. Como Estados Unidos le compra cuatro veces lo que le vende, Xi Jinping tiene poco margen de maniobra para retrucar en la misma medida. Por esta razón podría buscar otras formas para la represalia.
- Tomar medidas contra compañías norteamericanas. Ellas generan unos US$ 300.000 millones en ventas internas en China. Tiene muchas maneras de dificultarles la vida.
- Restringir el turismo a Estados Unidos. En servicios Estados Unidos tiene excedente comercial con china En 2016 salieron de china más de 130 millones de personas. Muchos de esos turistas fueron a Estados Unidos y gastaron alrededor de US$ 260.000 millones. Puede restringir el turismo y privar a su rival de ese ingreso.
- Devaluar la moneda. Bajar el valor del yuan ayuda a las exportaciones abaratando los productos chinos a otros países y compensaría el aumento de precios causado por los aranceles norteamericanos.
- Vender los bonos del tesoro norteamericano. China posee más de US$ 1 billón (equivale a millón de millones) en bonos del gobierno de Estados Unidos. Eso le da poder sobre la economía del país del norte.
- Interferir en las conversaciones con Norcorea. China podría aplicar presión negativa a los esfuerzos de Trump por desnuclarizar a Corea del Norte.
- Concentrarse en la economía doméstica. Podría dedicarse a crecer internamente, asegurando las herramientas para mantener la economía en crecimiento en tiempos duros expandiendo sus relaciones comerciales y de inversión con otros países.