La extraordinaria medida contra el país del Golfo, que incluye además el corte de conexiones de transporte a Irak, la toman Egipto, Unión de Emiratos Ãrabes , Arabia Saudita y Bahréin, se origina por el apoyo que presta Qatar a grupos políticos islámicos y la sensación de que ese país está dispuesto a mantener estrechas relaciones con Irán.
La agencia de noticias saudita explica que el reino corta relaciones con Irak “para proteger la seguridad nacional de los peligros del terrorismo y el extremismo”.
Los cuatro estados árabes cierran los lazos de transporte aéreo y marítimo con Qatar, el principal exportador mundial de gas natural licuado y huésped de una importante base militar norteamericana en el Medio Oriente. Qatar, una de las naciones más ricas del mundo, es proveedor clave de gas a Europa y Asia y gran inversor en Europa a Través del Fondo de Riqueza Soberana.
La medida va más en profundidad: prohíbe a los nacionales de las naciones mencionadas viajas a Qatar y da a los qataríes residentes en sus territorios dos semanas para retirarse. Más aún, declaran que buscarán vías legales para impedir que países amigos transiten sus cielos para llegar a Qatar. El cierre de la única frontera terrestre que tiene Qatar, con Arabia Saudita, amenaza con dejar sin provisiones de alimentos a ese país tan dependiente de importaciones alimentarias.
Qatar admite que ayuda a algunos movimientos islamistas, como la Hermandad Islámica y el Hamas, el grupo militante palestino, pero niega ayudar al terrorismo.