El comando central norteamericano dijo que había apuntado a dos francotiradores del ISIS con lo que llama “munición de precisión”, pero los civiles que se refugiaban en los pisos inferiores murieron cuando el edificio colapsó.
En otro incidente, murieron el jueves pasado cuando una coalición liderada por Estados Unidos realizó ataques aéreos sobre la ciudad de Mayadeen al este de Siria. Allí murieron familiares de soldados del ISIS, niños incluidos.
Según un informe, la bomba norteamericana debía destruir sólo el piso superior, pero generó explosiones secundarias en dispositivos colocados por ISIS en el edificio, lo cual motivó el desplome del edificio.
Estados Unidos ha recurrido cada vez más a los ataques aéreos para acceder a francotiradores en la zona densamente poblada.
Según Airwars.org, los ataques aéreos norteamericanos ordenados por Trump en Irak y Siria han matado a un número récord de civiles.
El sitio, que lleva la cuenta de loas víctimas civiles de los ataques aéreos en el Medio Oriente, dice que hasta la fecha las fuerzas conjuntas norteamericanas han realizado 12.755 ataques aéreos en Irak hasta la fecha.
La ley humanitaria internacional prohibe a los combatientes poner en peligro vidas civiles mediante el “uso indiscriminado del poder de fuego” según explica Lise Grande, coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para Irak.
