jueves, 18 de diciembre de 2025

Tras comprar espectro, SpaceX avanza con fabricantes de chips para llevar Starlink al celular

La adquisición de licencias a EchoStar por US$17.000 millones dio a SpaceX control sobre frecuencias clave. El siguiente paso es integrar hardware satelital en los teléfonos, con pruebas previstas para 2026.

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El plan de SpaceX para que cualquier teléfono se conecte directamente a los satélites Starlink empieza a tomar forma. Luego de cerrar la compra de espectro a EchoStar, la compañía está negociando con fabricantes de microchips para incluir hardware satelital en los smartphones. El objetivo es iniciar pruebas a finales de 2026 y lanzar satélites compatibles en los próximos dos años.

Un movimiento secuencial: del espectro a los chips

La operación con EchoStar, valorada en US$17.000 millones, otorgó a SpaceX control sobre frecuencias críticas (AWS-4 y banda H) y capacidad de actuar con mayor independencia de los operadores móviles tradicionales. Ese paso abrió la puerta a la segunda fase: acercarse a los fabricantes de chips para teléfonos.

“Estamos trabajando con los fabricantes de chips para que los teléfonos incluyan los componentes adecuados”, explicó Gwynne Shotwell, presidenta de SpaceX, en la conferencia World Satellite Business Week en París. Esa cooperación busca que la próxima generación de smartphones ya nazca con la posibilidad de conectarse a la red Starlink sin accesorios externos.

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Cómo funcionará el servicio directo al celular

Hasta ahora, Starlink se apoyó en terminales terrestres —las conocidas “dish”— para dar internet a más de 100 países. La meta ahora es que los dispositivos se comuniquen directamente con satélites en órbita baja.

El despliegue se apoyará en satélites de nueva generación con cargas útiles diseñadas para el servicio direct-to-device. Según SpaceX, los primeros prototipos estarán listos hacia 2027, mientras que las pruebas con teléfonos comenzarán a fines de 2026.

En notas previas, Mercado analizó cómo la telefonía satelital directa se perfila como uno de los segmentos más disruptivos en la economía del espacio, con capacidad de redefinir la relación entre empresas tecnológicas y operadores de telecomunicaciones.

Implicancias para la industria móvil

La integración de chips satelitales en los teléfonos cambia la relación entre SpaceX y los operadores. Hasta ahora, Starlink había firmado un acuerdo de colaboración con T-Mobile en EE.UU., pero al contar con espectro propio, puede negociar de manera directa con telcos de todo el mundo.

El modelo que propone la compañía no apunta a sustituir a las redes terrestres, sino a ofrecer capacidad mayorista a los operadores móviles, que podrán ampliar su cobertura a zonas remotas o rurales sin desplegar infraestructura costosa.

Retos técnicos y regulatorios

La inclusión de hardware satelital en los teléfonos enfrenta desafíos de diseño: antenas integradas, consumo energético y compatibilidad con redes móviles existentes. En paralelo, la operación global exigirá el visto bueno de reguladores en cada país y coordinación sobre interferencias con otros servicios.

Competencia y mercado emergente

SpaceX no está sola en esta carrera. Empresas como AST SpaceMobile y Lynk ya demostraron llamadas y mensajes desde teléfonos comunes vía satélite. Sin embargo, la combinación de espectro propio, capacidad de fabricación de satélites y acuerdos con proveedores de chips coloca a Starlink en una posición diferenciada.

La estrategia de SpaceX muestra una secuencia clara: primero asegurar el control del espectro, ahora garantizar que los teléfonos incluyan la tecnología necesaria. El éxito dependerá de que esas dos piezas encajen a tiempo, con la promesa de inaugurar una nueva era en la conectividad móvil global.

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