La compañía española Sateliot —especializada en conectividad satelital NB-IoT (Internet de las Cosas) basada en estándares 5G— ha formalizado junto a la ESA y GMV el proyecto FreeGNSSNetwork, cuyo objetivo es permitir que dispositivos IoT calculen su posición y sincronicen su tiempo directamente a partir de señales emitidas por satélites en órbita baja (LEO, por sus siglas en inglés) sin requerir señal GNSS.
Autonomía estratégica
Hasta ahora, las constelaciones LEO —como la que despliega Sateliot— ofrecían cobertura allí donde las redes terrestres no alcanzan, lo cual representa más de la mitad de la superficie terrestre. Sin embargo, dependían de sistemas de navegación global (GNSS), lo que implicaba mayor consumo energético de los terminales y un aumento de los costes de los dispositivos.
El proyecto FreeGNSSNetwork elimina esta dependencia mediante algoritmos avanzados que permiten a los dispositivos “escuchar” directamente la señal del satélite y calcular su posición y tiempo. Esto garantiza una conexión estable incluso en entornos muy exigentes, como escenarios de guerra o de GNSS denegado.
El sistema promete una precisión de posicionamiento de unos 10 metros y una sincronización temporal de 50 nanosegundos (0,00000005 segundos).
Como afirmó Jaume Sanpera, cofundador y consejero delegado de Sateliot: «Con esta investigación, Europa gana cobertura y conectividad donde no había antes, y España demuestra su capacidad para desarrollar soluciones avanzadas».
El acuerdo se suscribió en el marco del 50.º aniversario de la ESA, durante una ceremonia en Madrid que contó con la presencia de figuras como Josef Aschbacher (Director General de la ESA) y Diana Morant (Ministra de Ciencia, Innovación y Universidades de España).
Implicancias industriales y tecnológicas
Desde el punto de vista industrial, la iniciativa refuerza la posición de Europa en materia de soberanía tecnológica. La capacidad de operar sin GNSS resulta estratégica para sectores como la defensa, la seguridad y las infraestructuras críticas, en los que la interrupción deliberada de las señales de navegación es un riesgo real.
Además, la solución representa un avance para la evolución de las redes no terrestres (NTN) y el estándar 6G, en el que Sateliot participa activamente a través del organismo de estándares 3GPP.
Para los operadores de telecomunicaciones y dispositivos IoT, la reducción de consumo energético y la simplificación del hardware de terminales (al eliminar la necesidad de GNSS) puede traducirse en menores costes de despliegue y mayor eficiencia operativa.
Asimismo, la cobertura se extiende a zonas remotas o en entornos extremos, lo cual abre oportunidades comerciales en agricultura de precisión, logística en regiones sin infraestructura, minería, plataformas marítimas, y otros casos de “cobertura cero” hasta ahora.
Retos y próximos pasos
Aunque el proyecto avanza, todavía se encuentra en fase de pruebas de laboratorio que simulan condiciones reales de comunicación satelital; la demostración en órbita con satélites y terminales prototipo está prevista como siguiente etapa.
Entre los desafíos técnicos se encuentran la validez del algoritmo en condiciones reales adversas (multipath, interferencias, mayor latencia), la certificación de seguridad para uso dual (civil y defensa) y la integración con ecosistemas existentes de IoT y telecomunicaciones.
Desde la regulación, resulta relevante cómo los organismos nacionales y europeos homologarán este tipo de servicios de navegación alternativos, y cómo se articularán con la normativa de posicionamiento, sincronización temporal y uso satelital en entornos sensibles.
El lanzamiento del proyecto FreeGNSSNetwork por Sateliot junto a la ESA y GMV constituye un paso significativo hacia una conectividad satelital IoT más autónoma, eficiente y preparada para el siglo XXI. La iniciativa no solamente impulsa la expansión de cobertura en áreas poco servidas, sino que refuerza la capacidad europea de operar en entornos críticos sin depender de sistemas de navegación externos. A medida que avance la fase de demostración orbital, se podrá evaluar plenamente su impacto en el mercado de IoT, telecomunicaciones satelitales y en la futura generación de redes 6G.












