La prueba se realizó desde el desierto de Quilca, en la región Arequipa, hacia dispositivos ubicados en la sede del MTC en Lima, utilizando exclusivamente la red satelital Direct to Cell de Starlink y teléfonos móviles convencionales compatibles con la red de Entel. Los SMS enviados desde la zona sin cobertura móvil fueron recibidos en la red tradicional, validando el funcionamiento del enlace satelital en condiciones reales de campo.
El piloto se inscribe en el proyecto “Conectividad Direct to Cell”, presentado por Entel Perú S.A. y Starlink Perú S.R.L., que opera dentro de un Espacio Controlado de Experimentación (ECE) autorizado por el MTC mediante Resolución Viceministerial N.° 0112-2025-MTC/03. El esquema establece un plazo de 24 meses para evaluar la tecnología con salvaguardas técnicas y regulatorias, con el objetivo de no afectar la integridad del ecosistema móvil terrestre.
Una prueba técnica en condiciones reales
Según el comunicado de Entel, la demostración consistió en enviar mensajes de texto desde una zona sin cobertura móvil convencional en el desierto de Quilca, utilizando únicamente la conectividad satelital Direct to Cell de Starlink. Los mensajes fueron recibidos en teléfonos conectados a la red tradicional en la sede del MTC, completando el circuito entre una zona remota y la capital sin apoyo de radiobases terrestres.
La compañía destacó que, con esta prueba, se convierte en el único operador local que ha validado esta tecnología en campo, dentro de un entorno coordinado con la autoridad regulatoria. En esta fase inicial, el servicio se limita al envío y recepción de SMS, con perspectivas de incorporar voz y datos una vez superadas etapas técnicas y regulatorias.
En paralelo, Entel lanzó una oferta comercial acotada de mensajería satelital D2C para clientes pospago con equipos compatibles. El servicio se activa cuando el usuario se encuentra en zonas sin señal móvil de Entel, en espacios abiertos y con línea de visión despejada al cielo, y comprende el territorio nacional peruano —incluidas las 200 millas marítimas— hasta 50 km antes de las fronteras terrestres o marítimas.
Un sandbox regulatorio para la conectividad satelital al celular
El Espacio Controlado de Experimentación aprobado por el MTC funciona como un sandbox regulatorio: un entorno de prueba en el que se permite operar una tecnología emergente bajo condiciones específicas, plazo definido y monitoreo técnico. En este caso, la resolución viceministerial habilita el piloto por 24 meses, con el fin de evaluar impactos sobre redes móviles, espectro y calidad de servicio, antes de una eventual masificación.
De acuerdo con la información pública disponible, el proyecto contempla una evolución por fases. En la primera etapa, el foco está en la mensajería de texto, con énfasis en zonas rurales, localidades aisladas y áreas de frontera donde hoy la cobertura 4G es inexistente o insuficiente. En etapas posteriores, el esquema prevé habilitar servicios de datos y voz, sujeto a pruebas de performance y a la adaptación del marco regulatorio.
El diseño del ECE recoge una preocupación presente en varios informes de Mercado: la necesidad de que la expansión de servicios Direct-to-Device (D2D) se haga bajo reglas claras de coordinación entre operadores móviles, constelaciones satelitales y Estado, preservando la continuidad del servicio, la gestión del espectro y la soberanía sobre los datos.
El D2D en el mapa estratégico de la región
Revista Mercado ha documentado que el mercado D2D —la conexión directa desde satélites a smartphones convencionales— se perfila como una de las principales fuentes de crecimiento del sector satelital. Según estimaciones de ABI Research, los servicios D2D generarán ingresos globales por más de US$ 100.000 millones entre 2023 y 2033, mientras que el IoT satelital superará los US$ 4.000 millones en 2030, con América Latina capturando una fracción creciente gracias a su peso en agricultura, minería y energía.
En ese informe se señalaba 2025 como punto de inflexión regional: el año en que quedarían operativas las primeras capas comerciales de AST SpaceMobile, Project Kuiper y Starlink Direct to Cell, con una curva de adopción acelerada a medida que los teléfonos de gama media incorporen capacidades satelitales de fábrica. El piloto de Entel y Starlink en Perú encuadra en ese calendario, como una de las primeras implementaciones bajo reglas específicas en Sudamérica.
Otros artículos analizaron el avance de actores que buscan ofrecer acceso directo a cuerpos de seguridad y servicios de emergencia, y de proyectos europeos que combinan constelaciones y operadores móviles. El caso peruano se inscribe en esa tendencia: uso inicial para mensajería y situaciones críticas, con vocación de extenderse luego hacia servicios de mayor capacidad.
Telcos y Starlink: alianza en lugar de confrontación
En notas previas, la revista planteó una pregunta de fondo: si las grandes telecos se convertirán en el próximo frente de conflicto para Starlink, dado que el D2D erosiona la ventaja histórica de controlar la infraestructura terrestre y el acceso al espectro.
Sin embargo, el mismo análisis destacaba una respuesta pragmática por parte de los operadores de la región: aliarse con las constelaciones para ofrecer conectividad híbrida (tierra + espacio) y mantener la relación comercial con el cliente final. El acuerdo de Entel con Starlink para revender servicios empresariales y ahora para habilitar mensajería directa al celular es un ejemplo de esta estrategia de cooperación regulada.
Desde la perspectiva del regulador, el desafío es doble. Por un lado, aprovechar la capacidad de estas redes para cerrar brechas de conectividad en territorios de difícil acceso. Por otro, evitar una dependencia excesiva de proveedores extranjeros de infraestructura crítica, un punto que Mercado ha vinculado con la discusión más amplia sobre soberanía digital y gobernanza del espacio ultraterrestre.
El piloto D2C de Entel y Starlink en Perú deja instaladas varias definiciones. Muestra que la tecnología permite enlazar, con teléfonos convencionales y sin infraestructuras adicionales, zonas remotas con la red nacional. Introduce, además, un esquema de sandbox regulatorio que otros países de la región podrían considerar al evaluar servicios similares.
En los próximos meses, el seguimiento de este Espacio Controlado de Experimentación aportará información sobre calidad de servicio, impacto en redes terrestres, adopción por parte de usuarios rurales y posibles usos en emergencias. Para el ecosistema de telecomunicaciones latinoamericano, el caso peruano se convierte en un laboratorio relevante para observar cómo se articula, en la práctica, la convivencia entre operadoras móviles y constelaciones satelitales en la era D2D.












