Amazon logró un nuevo hito en su proyecto Kuiper al completar exitosamente el lanzamiento de 24 satélites desde Cabo Cañaveral, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. Se trata de la primera de tres misiones contratadas, en un acuerdo anunciado en diciembre de 2023 por US$ 3.100 millones en lanzamientos complementarios.
Este lanzamiento representa el tercer lote de producción tras los dos anteriores —de 27 satélites cada uno— que se realizaron en abril y junio, ambos usando cohetes Atlas V de United Launch Alliance.
Estrategia multi‑proveedor
La decisión de Amazon de recurrir a SpaceX responde a su objetivo de cumplir el plazo impuesto por la FCC: lanzar al menos 1.618 satélites antes de julio de 2026 dentro de una constelación total de 3.236 unidades. Además, diversifica los proveedores (ULA, Arianespace, Blue Origin y ahora SpaceX) para acelerar el despliegue.
Contexto competitivo
El ingreso de Amazon al segmento de internet satelital de baja órbita implica un desafío directo a la red Starlink de SpaceX, que ya opera con más de 8.000 satélites y seis millones de usuarios . Si bien Amazon cuenta con respaldo financiero —incluyendo una proyección de US$ 7.200 millones en ingresos anuales hacia 2032— el liderazgo de SpaceX sigue siendo evidente por su capacidad de lanzamiento y costos inferiores gracias a cohetes reutilizables.
Próximos pasos
Amazon ya completó el primer lanzamiento en Falcon 9 —identificado como KF‑01— que depositó los 24 satélites alrededor de los 630 km de altitud. Se prevén al menos dos misiones adicionales con cohetes Falcon 9 durante el tercer trimestre de 2025 . Mientras tanto, los dos vuelos restantes de proveedores como Vulcan Centaur, Ariane 6 y New Glenn apuntan a consolidar la capacidad requerida.
Según Amazon, los satélites ya están en contacto con estaciones terrestres desde Redmond (Washington), donde se iniciarán las pruebas de salud orbital antes de estabilizarlos en su órbita operativa.
Implicancias del lanzamiento
El uso del Falcon 9 evidencia la madurez técnica que Amazon está alcanzando con Kuiper, acelerando el despliegue ante la creciente congestión de LEO y las presiones regulatorias. La adopción de múltiples lanzadores y tecnologías como enlaces ópticos entre satélites —que permiten hasta 100 Gbps entre nudos orbitales— apunta a una robusta arquitectura de red satelital.
En el marco de una industria que anticipa ingresos millonarios por satélites de banda ancha y un eventual acceso directo al dispositivo (direct-to-device), Amazon consolida un actor con capacidad real de disputar el liderazgo de mercado en una segunda órbita terrestre.












