El wasabi, esa pasta verde que acompaña el sushi y que pica mucho en la nariz, es casi siempre falso.La planta original — la wasabia japonica o rábano japonés –es muy difícil de conseguir y extremadamente difícil de cultivar. Las condiciones ideales son un punto justo de humedad, no mucha luz solar directa pero tampoco mucha sombra y tampoco se puede cultivar en grandes cantidades porque es muy frágil ante las plagas. Por eso el wasabi real es tan caro.
Cuando el sushi se popularizó en todo el mundo era necesario encontrar un sustituto para mantener los precios en un nivel razonable. Surgió entonces el rábano picante, con un sabor parecido porque comparte con el wasabi un compuesto químico que, mezclado con mostaza y colorante verde entrega un resultado bastante similar al wasabi.
Los expertos estiman que 99% del wasabi que consume la gente en todo el mundo no es el auténtico japonés sino la imitación de rábano occidental con colorante alimentario verde.