Fue en el marco del Seminario de Presupuesto Público, organizado por ASAP. Allí se debatieron las características del proceso de endeudamiento, y la bimonetarización argentina. “Somos el país con más dólares fuera de Estados Unidos; superamos a Rusia”, agregó.
El director del Departamento de Economía y del Observatorio de la Deuda Externa, Arnaldo Bocco, mostró preocupación por el proceso de endeudamiento que lleva adelante el país. “Jamás hubo un proceso tan acelerado de endeudamiento, se arreglaron conflictos con los fondos buitre y se estableció un esquema de colocación de deuda en moneda extranjera que llevó a ser uno de los tres países emergentes que más emitió en el último tiempo”, sentenció el economista.
Fue en el marco del cierre del XXXIII Seminario de Presupuesto Público, organizado por ASAP. Allí se debatieron distintos aspectos sobre deuda externa y déficit fiscal. Para Bocco, otra particularidad de este proceso fue la toma de deuda en moneda extranjera, en comparación con otros países emergentes en situaciones similares que emitieron en moneda local.
Esta situación derivó el año pasado en una recalificación por parte de los inversores de crédito como “país vulnerable”, que causó el cierre de los créditos y la imposibilidad de salir a colocar deuda. También generó las dos corridas cambiarias de 2018.
Otro de los puntos que mencionó el economista fue el empeoramiento de los indicadores de deuda, como la vulnerabilidad, la pérdida de poder de fuego por parte del Banco Central para operar en el mercado, la caída de exportaciones como forma de generar dólares o las fugas al exterior. “Hay un dato que es concreto de esta dolarización, hoy superamos a Rusia como el país con mayor tenencia de dólares físicos fuera de Estados Unidos”, comentó Bocco.
Además de Bocco, en el panel participó Miguel Ãngel Pesce, ex vicepresidente del Banco Central y presidente del Banco de Tierra del Fuego. “El déficit fiscal trae problemas de soberanía, ya que se pierde capacidad de gestión ante distintos organismos. Ya no se puede utilizar el gasto público como política dinamizadora, porque si se recurre es una pérdida de soberanía y un tema grave. Tenemos casos históricos como el empréstito de la Baring Brothers o los años 90, que son procesos de endeudamiento que siempre terminan en crisis”, enumeró Pesce.
También enumeró otros problemas de estas crisis recurrentes, como la suba de tasas a la hora de financiarse, lo que deriva en la salida de acudir al Fondo Monetario Internacional. Otras preocupaciones que comentó fueron la falta de mercado de capitales locales y el sistema bimonetario, donde el peso perdió su lugar ante el dólar como fuente de resguardo y de ahorro.
