La nueva franja, llamada AirBnB Luxe, está pensada para clientes interesados en gastar más de US$ 1.000 por noche en imponentes casas privadas, únicas y espectaculares que, dice, constituyen destinos en sí mismas. La franja arranca con más de 2.000 casas elegidas muy cuidadosamente en todo el mundo. Cada una de ellas ha pasado una estricta evaluación sobre el cumplimiento de unos 300 estándares, tanto en diseño como en funcionamiento.
Luxe es apenas una parte de la transformación de AirBnB en una plataforma hotelera y de viajes todo servicio, muy lejos de sus humildes comienzos en la economía del compartir, cundo permitía alquilar un dormitorio en una casa particular.
El giro hacia un servicio de agencia de viajes comenzó en 2016 cuando la compañía sacó AirBnB Trips, una plataforma donde se podía contratar desde un guía turístico hasta una clase de cocina.
Castillos e islas privadas
La página Luxe incluye castillos, poblaciones enteras, Casas en playas en playas de Estados Unidos y el Caribe y también en islas privadas.
Cualquier millonario que alquile alguna de las propiedades de las listas de Luxe pagará también por acceder a un “diseñador de viajes”, cuya tarea es preparar un itinerario exclusivo según las preferencias y necesidades del cliente. Eso podría incluir organizar actividades locales, contratar servicio de niñeras, contratar un chef privado o un fisioterapeuta.
“Con AirBnB Luxe estamos aplicando el mismo método que usamos desde que lanzamos AirBnB hace 11 años: crear momentos mágicos de viaje, ahora en lugares impresionantes donde hospedarse, para reinventar la forma en que la gente piensa y experimenta un viaje de lujo”, dice Brian Chesky, co-fundador y CEO de la compañía.