Swissair espera una asamblea tormentosa

Voceros de la aerolínea calculan que la cantidad de accionistas que asistirán a la asamblea de la firma alcanzará las 10.000 personas. Prevén un mal clima por las pérdidas que sufrió el grupo.

23 abril, 2001

(EFE).- Una cifra récord de diez mil accionistas, de los diecinueve mil que se han inscrito, se espera que acudan este miércoles 25 a una asamblea del grupo Swissair, que se anuncia tormentosa.

Normalmente acuden entre tres y cuatro mil accionistas, pero esta vez, las pérdidas netas del grupo en el pasado ejercicio, atribuidas a la mala gestión de sus administradores -2.900 millones de francos suizos (US$ 1.706 millones de dólares), las mayores de su historia- han calentado los ánimos.

Los accionistas están, además, indignados, según han reflejado en los últimos días varios medios de prensa, por las prebendas y contratos blindados que se habían concedido a sí mismos los miembros de la dirección del grupo, todos ellos dimitidos con excepción del nuevo presidente del gremio, Mario Corti, procedente de Nestlé.

El Estado federal suizo y varios cantones, que tienen participaciones minoritarias en el grupo Swissair y temen una querella judicial por parte de los accionistas contra su antigua dirección, han anunciado que no descargarán al anterior consejo de administración de sus responsabilidades.

El presidente de una recién creada asociación para la protección de los accionistas del SAirGroup (APAS), Hans-Jacob Heitz, ha solicitado el nombramiento de un revisor especial.

Este revisor, al que se opone el consejo de administración, tendrá el encargo de analizar una serie de cuestiones espinosas que van desde las indemnizaciones que se concedieron a sí mismos los administradores hasta las estrategias de alianzas del grupo desde 1996, que demostraron ser totalmente equivocadas.

(EFE).- Una cifra récord de diez mil accionistas, de los diecinueve mil que se han inscrito, se espera que acudan este miércoles 25 a una asamblea del grupo Swissair, que se anuncia tormentosa.

Normalmente acuden entre tres y cuatro mil accionistas, pero esta vez, las pérdidas netas del grupo en el pasado ejercicio, atribuidas a la mala gestión de sus administradores -2.900 millones de francos suizos (US$ 1.706 millones de dólares), las mayores de su historia- han calentado los ánimos.

Los accionistas están, además, indignados, según han reflejado en los últimos días varios medios de prensa, por las prebendas y contratos blindados que se habían concedido a sí mismos los miembros de la dirección del grupo, todos ellos dimitidos con excepción del nuevo presidente del gremio, Mario Corti, procedente de Nestlé.

El Estado federal suizo y varios cantones, que tienen participaciones minoritarias en el grupo Swissair y temen una querella judicial por parte de los accionistas contra su antigua dirección, han anunciado que no descargarán al anterior consejo de administración de sus responsabilidades.

El presidente de una recién creada asociación para la protección de los accionistas del SAirGroup (APAS), Hans-Jacob Heitz, ha solicitado el nombramiento de un revisor especial.

Este revisor, al que se opone el consejo de administración, tendrá el encargo de analizar una serie de cuestiones espinosas que van desde las indemnizaciones que se concedieron a sí mismos los administradores hasta las estrategias de alianzas del grupo desde 1996, que demostraron ser totalmente equivocadas.

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