El anuncio de S&P salió justo tras la reunión entre Craig y accionistas, cuyo objeto era promover confianza en el plan. Las obligaciones a largo plazo de la empresa fueron bajadas de BBB+ a BBB, apenas dos niveles por encima del mínimo recomendable para inversores (investment grade). La deuda consolidada de Ford ascendía el 30 de septiembre a US$ 162.000 millones y es componente decisivo en el índice crediticio de Lehman Brothers, referencia obligada para quienes administran fondos y carteras de inversión. A su vez, las notas de S&P y Moody’s determinan ese indicador.
La empresa –algunos sostienen que ya la supera Toyota en el mundo- perdió US$ 5.450 millones en 2001, a raíz de lo cual lanzó el programa en el que S&P ahora no cree. Básicamente, consiste en despidos, cirre de plantas y nuevos modelos para llegar a utilidades brutas por US$ 7.000 millones para 2005. Según analistas independientes, salvando la burbuja creada por descuentos y financiamientos sin intereses, la demanda automotriz en América septentrional seguirá reticente y Ford deberá pelear el mercado con rivales más fuertes (General Motors, Toyota) o más dinámicos (DaimlerChrysler). El mercado aguarda ahora la decisión de Moody’s.
El anuncio de S&P salió justo tras la reunión entre Craig y accionistas, cuyo objeto era promover confianza en el plan. Las obligaciones a largo plazo de la empresa fueron bajadas de BBB+ a BBB, apenas dos niveles por encima del mínimo recomendable para inversores (investment grade). La deuda consolidada de Ford ascendía el 30 de septiembre a US$ 162.000 millones y es componente decisivo en el índice crediticio de Lehman Brothers, referencia obligada para quienes administran fondos y carteras de inversión. A su vez, las notas de S&P y Moody’s determinan ese indicador.
La empresa –algunos sostienen que ya la supera Toyota en el mundo- perdió US$ 5.450 millones en 2001, a raíz de lo cual lanzó el programa en el que S&P ahora no cree. Básicamente, consiste en despidos, cirre de plantas y nuevos modelos para llegar a utilidades brutas por US$ 7.000 millones para 2005. Según analistas independientes, salvando la burbuja creada por descuentos y financiamientos sin intereses, la demanda automotriz en América septentrional seguirá reticente y Ford deberá pelear el mercado con rivales más fuertes (General Motors, Toyota) o más dinámicos (DaimlerChrysler). El mercado aguarda ahora la decisión de Moody’s.