“Tenemos problemas interconexos. Entre ellos, los resultados negativos de
Fiat Auto, la necesidad de reducir los riesgos financieros del grupo y
un contexto económico general poco brillante”, señala el CEO
en los primeros párrafos. Más adelante aborda el endeudamiento de
€ 6.500 millones: “Visto que, por ahora, Fiat Auto no representa aún
flujos de caja operativos, hemos armado un plan que ya ha deparado fondos frescos
por € 7.500 millones” (alude a las ventas de activos y participaciones).
Fresco estima que “esos recursos bastan para cumplir con las metas sobre
reducción de deuda comprometidas con bancos acreedores y agencias calificadoras.
En todo caso -agrega-, el Grupo Fiat es sólido y, de ser necesario, cuenta
con activos para poner en venta, pero no para malvender“. Volviendo
a Fiat Auto, “hacen falta remedios drásticos, como los que
incluye el programa de relanzamiento y reestructuración presentado a
sindicatos y al gobierno italiano”.
Dado que Fiat Auto es la clave de todo, el CEO del holding subraya que
ese programa entraña “un aumento del capital, recortes de costos,
entre ellos el más doloroso, atinente al personal”. En tono pragmático,
la carta señala que “si los volúmenes de venta ceden, debemos
reducir la capacidad productiva”. Para eso, “la salida menos perjudicial
es la suspensión por tiempo indeterminado, pues no comporta pérdida
permanente de puestos laborales”.
Siempre en el tema Fiat Auto, Fresco recuerda que “últimamente
se habla mucho de auxilios financieros externos a la empresa. Quiero declarar
expresamente que no los hemos pedido ni pensamos pedirlos”. En lo tocante
a General Motors, “algunos temen que una mayor integración
con esa firma acarree desitalianizar la industria”. No será así,
sostiene el hombre de Umberto Agnelli, porque GM “está dispuesta,
sea cual fuere el futuro del paquete, a que producción, competencia y
management queden en manos italianas”.
“Tenemos problemas interconexos. Entre ellos, los resultados negativos de
Fiat Auto, la necesidad de reducir los riesgos financieros del grupo y
un contexto económico general poco brillante”, señala el CEO
en los primeros párrafos. Más adelante aborda el endeudamiento de
€ 6.500 millones: “Visto que, por ahora, Fiat Auto no representa aún
flujos de caja operativos, hemos armado un plan que ya ha deparado fondos frescos
por € 7.500 millones” (alude a las ventas de activos y participaciones).
Fresco estima que “esos recursos bastan para cumplir con las metas sobre
reducción de deuda comprometidas con bancos acreedores y agencias calificadoras.
En todo caso -agrega-, el Grupo Fiat es sólido y, de ser necesario, cuenta
con activos para poner en venta, pero no para malvender“. Volviendo
a Fiat Auto, “hacen falta remedios drásticos, como los que
incluye el programa de relanzamiento y reestructuración presentado a
sindicatos y al gobierno italiano”.
Dado que Fiat Auto es la clave de todo, el CEO del holding subraya que
ese programa entraña “un aumento del capital, recortes de costos,
entre ellos el más doloroso, atinente al personal”. En tono pragmático,
la carta señala que “si los volúmenes de venta ceden, debemos
reducir la capacidad productiva”. Para eso, “la salida menos perjudicial
es la suspensión por tiempo indeterminado, pues no comporta pérdida
permanente de puestos laborales”.
Siempre en el tema Fiat Auto, Fresco recuerda que “últimamente
se habla mucho de auxilios financieros externos a la empresa. Quiero declarar
expresamente que no los hemos pedido ni pensamos pedirlos”. En lo tocante
a General Motors, “algunos temen que una mayor integración
con esa firma acarree desitalianizar la industria”. No será así,
sostiene el hombre de Umberto Agnelli, porque GM “está dispuesta,
sea cual fuere el futuro del paquete, a que producción, competencia y
management queden en manos italianas”.