Shell: un alto ejecutivo había ordenado destruir documentos

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El holandés Walter van de Vijver, jefe de exploración y producción en Royal Dutch/Shell, hizo destruir análisis preliminares sobre reservas. En un e-mail a un subordinado, en diciembre, el ejecutivo calificaba esos datos de “dinamita pura”.

El pretexto dado para la eliminación de esos documento fue que “eran incompletos”. Esto lo acaba de revelar alguien vinculado al sumario interno. De todos modos, van de Vijver fue despedido el 3 de marzo, junto con el presidente ejecutivo, Philip Watts.

Ambas medidas se tomaron dos meses después de que la compañía dejase helados a accionistas, inversores -y el propio mercado- reduciendo 20% (unos 3.900 millones de barriles) las estimaciones de reservas cubicadas. Se trata de un indicador económico crítico y el “retoque” sacudió varias bolsas. A raíz de eso, la empresa se halla investigada por reguladores y fiscales en la Unión Europea y Estados Unidos.

En Londres, los directorios de RD Petroleum y Shell Transport & Trading analizaban el jueves a qué otros ejecutivos pedirles la renuncia. Más tarde, ya en de semana, pasarán a La Haya, donde evaluarán los resultados de las investigaciones internas, a cargo del comité conjunto de auditoría.

Hace tres días, van de Vijver declaró haber advertido a Watts, tras asumir el cargo (mediados de 2001), sobre la necesidad de “evaluar un potencial incumplimiento de las proyecciones sobre reservas disponibles”. A su juicio, “me hicieron dimitir sin ofrecer explicaciones creíbles” (por lo cual ha radicado una demanda).

Pero aquel e-mail lo deja malparado a van de Vijver, precisamente por ser tan reciente y posterior a esas “advertencias”. El mensaje, además, indicaba que los problemas principales estaban en Omán y Nigeria.

Entretanto, pese a las instrucciones de van de Vijver, un análisis clave no fue destruido ese 3 de diciembre. Era el subscripto por Frank Coopman, director financiero para exploración y explotación. Su jefe produjo de inmediato un informe confirmando gruesos errores en estimaciones. Acto seguido, el 8, el mismo experto dictaminó que las proyecciones elevadas a la Securities & Exchange Commission exageraban por entre 2.100 y 3.600 millones de barriles. Un mes después, RD/S reveló que la cifra era superior: 3.900 millones de barriles.

Ahora bien, si ahora el grupo hace nuevos cambios en el elenco ejecutivo, entrará en conflicto con las recomendaciones de los auditores propio y del estudio legal Davis, Polk & Wardell, contratado para investigar.

El pretexto dado para la eliminación de esos documento fue que “eran incompletos”. Esto lo acaba de revelar alguien vinculado al sumario interno. De todos modos, van de Vijver fue despedido el 3 de marzo, junto con el presidente ejecutivo, Philip Watts.

Ambas medidas se tomaron dos meses después de que la compañía dejase helados a accionistas, inversores -y el propio mercado- reduciendo 20% (unos 3.900 millones de barriles) las estimaciones de reservas cubicadas. Se trata de un indicador económico crítico y el “retoque” sacudió varias bolsas. A raíz de eso, la empresa se halla investigada por reguladores y fiscales en la Unión Europea y Estados Unidos.

En Londres, los directorios de RD Petroleum y Shell Transport & Trading analizaban el jueves a qué otros ejecutivos pedirles la renuncia. Más tarde, ya en de semana, pasarán a La Haya, donde evaluarán los resultados de las investigaciones internas, a cargo del comité conjunto de auditoría.

Hace tres días, van de Vijver declaró haber advertido a Watts, tras asumir el cargo (mediados de 2001), sobre la necesidad de “evaluar un potencial incumplimiento de las proyecciones sobre reservas disponibles”. A su juicio, “me hicieron dimitir sin ofrecer explicaciones creíbles” (por lo cual ha radicado una demanda).

Pero aquel e-mail lo deja malparado a van de Vijver, precisamente por ser tan reciente y posterior a esas “advertencias”. El mensaje, además, indicaba que los problemas principales estaban en Omán y Nigeria.

Entretanto, pese a las instrucciones de van de Vijver, un análisis clave no fue destruido ese 3 de diciembre. Era el subscripto por Frank Coopman, director financiero para exploración y explotación. Su jefe produjo de inmediato un informe confirmando gruesos errores en estimaciones. Acto seguido, el 8, el mismo experto dictaminó que las proyecciones elevadas a la Securities & Exchange Commission exageraban por entre 2.100 y 3.600 millones de barriles. Un mes después, RD/S reveló que la cifra era superior: 3.900 millones de barriles.

Ahora bien, si ahora el grupo hace nuevos cambios en el elenco ejecutivo, entrará en conflicto con las recomendaciones de los auditores propio y del estudio legal Davis, Polk & Wardell, contratado para investigar.

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