A su vez, la propia Comisión Europea (“poder ejecutivo” de la UE) adelantó que impondrá hasta € 2.000.000 por días, lo cual equivaldrá a 730 millones en 2006. Eso será hasta que la compañía se resuelva a cumplir con las condiciones del veredicto. Entre ellas, entregar ciertos códigos claves para los servidores de la competencia, a fin de que puedan operar sobre el ubicuo sistema Windows,
“Le he dado a Microsoft todo tipo de oportunidades para satisfacer sus obligaciones legales. Por ende, la empresa me deja sin alternativa y debo proceder por las vías reglamentarias”, señaló este jueves la holandesa Nellie Kroes, comisaria de competencia.
A partir de la intimación, el gigante informático tiene hasta el 25 de enero para replicar y mostrarse dispuesto a cumplir con las exigencias de la UE. Toda eventual multa será retroactiva al 15 de diciembre. Microsoft calificó la movida de “injustificada” y sostuvo que estaba haciendo esfuerzos para acatar el dictamen antimonopólico de marzo de 2004, considerado un hito en la jurisprudencia mundial. La compañía acusa a la CE de “seguir acumulando exigencias”.
Aferrada a sus abogados, que todavía no han logrado éxito en los tribunales, Microsoft anunció que radicaría una demanda contra esta última intimación. Así continuará procediendo y, si es posible, buscará una audiencia oral. El objetivo es obvio: estirar todo meses y meses. Pero la multa correrá con retroactividad aunque, de todos modos, el problema no sea de dinero, sino de imagen: Gates nunca quiere perder (aunque acaba de hacerlo ante la alianza Google-AOL).
Hace más de año y medio, la CE determinó que Microsoft abusaba de su posición dominante –en cuanto a sistemas operativos para PC- y pretendía obligar a los usuarios a adquirir el paquete Windows XP junto con MediaPlayer. Era una forma de sacarles mercado a varios rivales. La CE acabó aplicándole a la firma una multa de € 497 millones y la obligó a vender en la UE el software sin MediaPlayer. Pero queda pendiente la entrega de códigos.
A su vez, la propia Comisión Europea (“poder ejecutivo” de la UE) adelantó que impondrá hasta € 2.000.000 por días, lo cual equivaldrá a 730 millones en 2006. Eso será hasta que la compañía se resuelva a cumplir con las condiciones del veredicto. Entre ellas, entregar ciertos códigos claves para los servidores de la competencia, a fin de que puedan operar sobre el ubicuo sistema Windows,
“Le he dado a Microsoft todo tipo de oportunidades para satisfacer sus obligaciones legales. Por ende, la empresa me deja sin alternativa y debo proceder por las vías reglamentarias”, señaló este jueves la holandesa Nellie Kroes, comisaria de competencia.
A partir de la intimación, el gigante informático tiene hasta el 25 de enero para replicar y mostrarse dispuesto a cumplir con las exigencias de la UE. Toda eventual multa será retroactiva al 15 de diciembre. Microsoft calificó la movida de “injustificada” y sostuvo que estaba haciendo esfuerzos para acatar el dictamen antimonopólico de marzo de 2004, considerado un hito en la jurisprudencia mundial. La compañía acusa a la CE de “seguir acumulando exigencias”.
Aferrada a sus abogados, que todavía no han logrado éxito en los tribunales, Microsoft anunció que radicaría una demanda contra esta última intimación. Así continuará procediendo y, si es posible, buscará una audiencia oral. El objetivo es obvio: estirar todo meses y meses. Pero la multa correrá con retroactividad aunque, de todos modos, el problema no sea de dinero, sino de imagen: Gates nunca quiere perder (aunque acaba de hacerlo ante la alianza Google-AOL).
Hace más de año y medio, la CE determinó que Microsoft abusaba de su posición dominante –en cuanto a sistemas operativos para PC- y pretendía obligar a los usuarios a adquirir el paquete Windows XP junto con MediaPlayer. Era una forma de sacarles mercado a varios rivales. La CE acabó aplicándole a la firma una multa de € 497 millones y la obligó a vender en la UE el software sin MediaPlayer. Pero queda pendiente la entrega de códigos.
