jueves, 2 de enero de 2025

Accionistas e inversores inquietos por las compras de Telefónica

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Si bien en resultados supera a competidoras, su papel sigue sin remontar vuelto bursátil. Varios analistas, especialmente en Wall Street, ven con preocupación la ola de adquisiciones encarada por Telefónica.

Merced a una serie de acuerdos logrados desde mediados de 2005, Telefónica crece más rápìdo que sus rivales, genera más utilidades y muestra mejores perspectivas. No obstante, sus acciones se cotizan por debajo de la media sectorial. La transnacional española de telecomunicaciones, con casi 25% de accionistas en Estados Unidos, viene superando apreciablemente los números de France Télécom o Deustche Telekom.

La empresa sostiene que, durante el primer trimestre del año, sus ganancias avanzaron 40%, a € 1.270 millones (US$ 1.620 millones). Aun un negocio tan maduro como la telefonía fija en España misma, aumentó utilidades en similar margen. Con cifras aun mejores en banda ancha e inalámbrica, sus acciones –o sea, ADR en Nueva York- alcanzaban fin de mayo cediendo 2% en el año. Por ende, la capitalización de mercado representa US$ 75.650 millones.

En general, Wall Street, Londres y Fráncfort estiman que existen motivos para ser cautelosos con Telefónica. Aunque el conglomerado crece en la Unión Europea, casi un tercio de ganancias operativas se origina en Latinoamérica, un área donde sobran riesgos geopolíticos y económicos. Pero tampoco sería sensato minimizar la dura competencia que afronta allende el Atlántico. Por ejemplo, en la vital Alemania.

Su propio mercado local, durante años amparado de la competencia externa, se halla bajo el sostenido ataque de FT. Los franceses tomaron en 2005 la catalana Amena, operadora móvil clave. Ademán, varias firmas de cable se han unido, lo cual deteriora la hegemonía de Telefónica como proveedora de banda ancha.

A todo esto, la relación precio-ganancia proyectada para el ejercicio contable 2007 es inquietante. Al frente marca la pequeña Portugal Telecom (13,5%), seguida por Telecom Italia (11,6%), los gigantes Vodafdone (11,4%) y DT (10,5%). Telefónica aparece en quinto puesto (10,2%), aunque bastante encima de FT (8,6%). En cuanto a accionistas e inversores, ven en la compañía una insaciable sed de compras: en menos de un año, ha invertido € 35.000 millones (US$ 44.000 millones). El monto incluye activos de BellSouth en Sudamérica.

En este mismo momento, está tomando el 9% que todavía no controlaba en su propia celular, Telefónica Móviles. Como la operación es por intercambio de papeles, puede diluir utilidades. Otros acuerdos involucraron la adquisición de la inalámbrica británica 02 (€ 26.000 millones o US$ 33.000 millones), una participación controlante en la Telecom checa (€ 4.000/US$ 5.000 millones) y 5% de China Netcom (US$ 535 millones). Esta ola recuerda a muchos los excesos de 1996/2000.

Hasta ahora, cabe reconocer, las compras han beneficiado a Telefónica. Los avances en Gran Bretaña, Alemania, Europa central y China han convertido la empresa de un híbrido latinoamericano en un gigante europeo, que sólo cede ante DT n ventas.

Merced a una serie de acuerdos logrados desde mediados de 2005, Telefónica crece más rápìdo que sus rivales, genera más utilidades y muestra mejores perspectivas. No obstante, sus acciones se cotizan por debajo de la media sectorial. La transnacional española de telecomunicaciones, con casi 25% de accionistas en Estados Unidos, viene superando apreciablemente los números de France Télécom o Deustche Telekom.

La empresa sostiene que, durante el primer trimestre del año, sus ganancias avanzaron 40%, a € 1.270 millones (US$ 1.620 millones). Aun un negocio tan maduro como la telefonía fija en España misma, aumentó utilidades en similar margen. Con cifras aun mejores en banda ancha e inalámbrica, sus acciones –o sea, ADR en Nueva York- alcanzaban fin de mayo cediendo 2% en el año. Por ende, la capitalización de mercado representa US$ 75.650 millones.

En general, Wall Street, Londres y Fráncfort estiman que existen motivos para ser cautelosos con Telefónica. Aunque el conglomerado crece en la Unión Europea, casi un tercio de ganancias operativas se origina en Latinoamérica, un área donde sobran riesgos geopolíticos y económicos. Pero tampoco sería sensato minimizar la dura competencia que afronta allende el Atlántico. Por ejemplo, en la vital Alemania.

Su propio mercado local, durante años amparado de la competencia externa, se halla bajo el sostenido ataque de FT. Los franceses tomaron en 2005 la catalana Amena, operadora móvil clave. Ademán, varias firmas de cable se han unido, lo cual deteriora la hegemonía de Telefónica como proveedora de banda ancha.

A todo esto, la relación precio-ganancia proyectada para el ejercicio contable 2007 es inquietante. Al frente marca la pequeña Portugal Telecom (13,5%), seguida por Telecom Italia (11,6%), los gigantes Vodafdone (11,4%) y DT (10,5%). Telefónica aparece en quinto puesto (10,2%), aunque bastante encima de FT (8,6%). En cuanto a accionistas e inversores, ven en la compañía una insaciable sed de compras: en menos de un año, ha invertido € 35.000 millones (US$ 44.000 millones). El monto incluye activos de BellSouth en Sudamérica.

En este mismo momento, está tomando el 9% que todavía no controlaba en su propia celular, Telefónica Móviles. Como la operación es por intercambio de papeles, puede diluir utilidades. Otros acuerdos involucraron la adquisición de la inalámbrica británica 02 (€ 26.000 millones o US$ 33.000 millones), una participación controlante en la Telecom checa (€ 4.000/US$ 5.000 millones) y 5% de China Netcom (US$ 535 millones). Esta ola recuerda a muchos los excesos de 1996/2000.

Hasta ahora, cabe reconocer, las compras han beneficiado a Telefónica. Los avances en Gran Bretaña, Alemania, Europa central y China han convertido la empresa de un híbrido latinoamericano en un gigante europeo, que sólo cede ante DT n ventas.

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