Informática, un negocio que se acerca a la saturación

Microsoft recompra acciones por US$20.000 millones. Es el síntoma más patente de que el sector empieza a “madurar”, usando un eufemismo en boga. Ya casi nadie cree que vuelvan los dinámicos, movidos, juveniles años del 90.

28 julio, 2006

Los últimos balances dan a entender algo que algunos vienen sosteniendo desde hace bastante tiempo: los mercados de tecnología informática (TI) –en las economías centrales- se saturan y las señales de menor ímpetu pueden convertirse en un dato real permanente.. Ello exigirá nuevos modelos de negocios y gestión.

Hace pocos días, Dell Computer reveló que ventas y ganancias serán más bajos de lo supuesto. A su vez, para apuntalar esfuerzos, Microsoft anuncia una recompra de acciones por US$ 20.000 millones más inversión adicional por 1.500 millones en desarrollar nuevos productos y servicios.

La expansión de ingresos en TI solía ser superior a 10 o hasta 15% anual, Hoy, en cambio, Hewlett-Packard se atasca y disminuye a apenas 4 y 6% las expectativas de márgenes e ingresos este mismo año. Por su parte, Dell cree que sus ventan avanzarán sólo 4,3% en el segundo trimestre del actual ejercicio, que cierra a principios de agosto (toda una extravagancia contable). De acuerdo con Morgan Stanley, las utilidades sectoriales subirán todavía 14% en 2006 –otros no son tan optimista-, pero menos de 10% en 2007.

Por cierto, las acciones TI continúan en declive. El índice Standard&Poor’s 500, panel tecnológico, está 70% bajo su máximo histórico, registrado en marzo de 2000, junto antes de pincharse la burbuja puntocom. A mediados de año, el sector representa 14,1% de la cartera total, contra 34,5% en aquel momento de “exuberancia irracional”.

Estas novedades podrán asombrar a algunos, pero no a Lawrence Ellison, el autócrata de Oracle. “Existe la extraña idea de que esta actividad nunca se saturará”, decía en 2003. Por el contrario, ya entonces el experto descartaba que “volvamos a tener un auge. A lo sumo, mantendremos el tamaño actual, o tal vez nos achiquemos más”. Tenía razón.

En el nuevo escenario, las compañías deben “comprar” acceso a nuevos clientes o usuarios, mediante fusiones y adquisiciones (F&A) u ofreciendo productos y servicios más interesantes. Al mismo tiempo, los costos deberán ser contenidos en forma constante. Así, en los últimos años Oracle, H-P y Cisco Systems aprovecharon para reducir gastos –en especial, laborales- y penetrar en otros mercados vía F&A.

H-P, por ejemplo, tomó su rival Compaq por una suma algo exagerada (US$ 19.000 millones) y, esta misma semana, anunció que adquiere Mercury Interactive, fabricante de software, en 4.500 millones. Oracle absorbió Siebel Systems y PeopleSoft, en una ola de compras que sumó US$ 20.000 millones. A pesar de eso, no logra poner en peligro el liderazgo global de la alemana SAP en software institucional. A principios de año, Cisco adquirió Scientific Atlanta (cajas decodificadoas) en US$ 6.900 millones.

En otro plano, Microsoft ha dado vuelta su cúpula, donde avanza Ray Ozzie, el William Gates del momento. Lo interesante es que ha incorporado gente de compañías “brick” (físicas, declaradas antiguallas por los genios de TI), estilo International Paper y Wal-Mart Stores. Por lo visto, se ha esfumado otro mito de la difunta “nueva economía”. Hace dos años, además, Microsoft empezó a abonar dividendos (nunca lo había hecho desde que apareció, en 1983). En cuanto a Cisco, usó por vez primera emisión de deuda para comprarse Scientific Atlanta.

Tampoco las firman que actúan en Internet escaparán a los cambios. Verbigracia, el comercio electrónico muestra signos de saturación (o sea, “madurez”) tales como el menor crecimiento de ventas en eBay o Amazon.com. El portal de subastas ya ha desbordado su negocio original: en 2005 tomó por US$ 2.500 millones Skype Technologies, proveedor de telefonía en red fundado por dos suecos.

Los últimos balances dan a entender algo que algunos vienen sosteniendo desde hace bastante tiempo: los mercados de tecnología informática (TI) –en las economías centrales- se saturan y las señales de menor ímpetu pueden convertirse en un dato real permanente.. Ello exigirá nuevos modelos de negocios y gestión.

Hace pocos días, Dell Computer reveló que ventas y ganancias serán más bajos de lo supuesto. A su vez, para apuntalar esfuerzos, Microsoft anuncia una recompra de acciones por US$ 20.000 millones más inversión adicional por 1.500 millones en desarrollar nuevos productos y servicios.

La expansión de ingresos en TI solía ser superior a 10 o hasta 15% anual, Hoy, en cambio, Hewlett-Packard se atasca y disminuye a apenas 4 y 6% las expectativas de márgenes e ingresos este mismo año. Por su parte, Dell cree que sus ventan avanzarán sólo 4,3% en el segundo trimestre del actual ejercicio, que cierra a principios de agosto (toda una extravagancia contable). De acuerdo con Morgan Stanley, las utilidades sectoriales subirán todavía 14% en 2006 –otros no son tan optimista-, pero menos de 10% en 2007.

Por cierto, las acciones TI continúan en declive. El índice Standard&Poor’s 500, panel tecnológico, está 70% bajo su máximo histórico, registrado en marzo de 2000, junto antes de pincharse la burbuja puntocom. A mediados de año, el sector representa 14,1% de la cartera total, contra 34,5% en aquel momento de “exuberancia irracional”.

Estas novedades podrán asombrar a algunos, pero no a Lawrence Ellison, el autócrata de Oracle. “Existe la extraña idea de que esta actividad nunca se saturará”, decía en 2003. Por el contrario, ya entonces el experto descartaba que “volvamos a tener un auge. A lo sumo, mantendremos el tamaño actual, o tal vez nos achiquemos más”. Tenía razón.

En el nuevo escenario, las compañías deben “comprar” acceso a nuevos clientes o usuarios, mediante fusiones y adquisiciones (F&A) u ofreciendo productos y servicios más interesantes. Al mismo tiempo, los costos deberán ser contenidos en forma constante. Así, en los últimos años Oracle, H-P y Cisco Systems aprovecharon para reducir gastos –en especial, laborales- y penetrar en otros mercados vía F&A.

H-P, por ejemplo, tomó su rival Compaq por una suma algo exagerada (US$ 19.000 millones) y, esta misma semana, anunció que adquiere Mercury Interactive, fabricante de software, en 4.500 millones. Oracle absorbió Siebel Systems y PeopleSoft, en una ola de compras que sumó US$ 20.000 millones. A pesar de eso, no logra poner en peligro el liderazgo global de la alemana SAP en software institucional. A principios de año, Cisco adquirió Scientific Atlanta (cajas decodificadoas) en US$ 6.900 millones.

En otro plano, Microsoft ha dado vuelta su cúpula, donde avanza Ray Ozzie, el William Gates del momento. Lo interesante es que ha incorporado gente de compañías “brick” (físicas, declaradas antiguallas por los genios de TI), estilo International Paper y Wal-Mart Stores. Por lo visto, se ha esfumado otro mito de la difunta “nueva economía”. Hace dos años, además, Microsoft empezó a abonar dividendos (nunca lo había hecho desde que apareció, en 1983). En cuanto a Cisco, usó por vez primera emisión de deuda para comprarse Scientific Atlanta.

Tampoco las firman que actúan en Internet escaparán a los cambios. Verbigracia, el comercio electrónico muestra signos de saturación (o sea, “madurez”) tales como el menor crecimiento de ventas en eBay o Amazon.com. El portal de subastas ya ha desbordado su negocio original: en 2005 tomó por US$ 2.500 millones Skype Technologies, proveedor de telefonía en red fundado por dos suecos.

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