Los masivos ataques aéreos realizados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre la zona de frontera entre Yugoslavia y Albania parecieron preanunciar la inminente ofensiva terrestre de los aliados para definir la crisis por Kosovo. Incluso desde el gobierno de Gran Bretaña, el secretario de Defensa George Robertson reconoció que las fuerzas aliadas entrarán en la provincia separatista “en la primera ocasión y aun en un ambiente hostil”. Por otra parte, una decisión del Tribunal Penal Internacional que investiga los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia se convirtió en señal de que las gestiones diplomáticas no llegarán a buen término en el corto plazo: el tribunal acusará hoy al presidente Slobodan Milosevic por crímenes en Kosovo, y pedirá su captura internacional. La medida obligaría al mandatario serbio a continuar con resistiendo.
Los masivos ataques aéreos realizados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre la zona de frontera entre Yugoslavia y Albania parecieron preanunciar la inminente ofensiva terrestre de los aliados para definir la crisis por Kosovo. Incluso desde el gobierno de Gran Bretaña, el secretario de Defensa George Robertson reconoció que las fuerzas aliadas entrarán en la provincia separatista “en la primera ocasión y aun en un ambiente hostil”. Por otra parte, una decisión del Tribunal Penal Internacional que investiga los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia se convirtió en señal de que las gestiones diplomáticas no llegarán a buen término en el corto plazo: el tribunal acusará hoy al presidente Slobodan Milosevic por crímenes en Kosovo, y pedirá su captura internacional. La medida obligaría al mandatario serbio a continuar con resistiendo.