El libre tránsito de los porteños por las calles de la ciudad se vio gravemente afectado ayer a causa de la marcha realizada por unos 2.000 camiones y 600 colectivos para expresarse en contra del impuesto a los automotores para asistir al Fondo de Incentivo Docente. Las zonas más castigadas en la tare de ayer fueron Congreso y Once, donde los embotellamientos y los bocinazos provocaron un verdadero caos. Si bien la movilización del sector transportista de cargas y pasajeros comenzó en horas de la mañana, la Policía no pudo evitar el desorden vehicular en las principales avenidas -Entre Ríos, Independencia y Rivadavia, entre otras. La calma volvió a las calles porteñas recién después de las 18, cuando los bocinazos se fueron apagando y los camiones y colectivos se alejaron. Los empresarios del sector sostuvieron durante la jornada de protesta que no pueden hacer frente al impuesto del 1 por ciento sobre el valor de los vehículos y que la única salida será un aumento de tarifas.
El libre tránsito de los porteños por las calles de la ciudad se vio gravemente afectado ayer a causa de la marcha realizada por unos 2.000 camiones y 600 colectivos para expresarse en contra del impuesto a los automotores para asistir al Fondo de Incentivo Docente. Las zonas más castigadas en la tare de ayer fueron Congreso y Once, donde los embotellamientos y los bocinazos provocaron un verdadero caos. Si bien la movilización del sector transportista de cargas y pasajeros comenzó en horas de la mañana, la Policía no pudo evitar el desorden vehicular en las principales avenidas -Entre Ríos, Independencia y Rivadavia, entre otras. La calma volvió a las calles porteñas recién después de las 18, cuando los bocinazos se fueron apagando y los camiones y colectivos se alejaron. Los empresarios del sector sostuvieron durante la jornada de protesta que no pueden hacer frente al impuesto del 1 por ciento sobre el valor de los vehículos y que la única salida será un aumento de tarifas.