Miles de partidarios del presidente venezolano Hugo Chávez se agruparon ayer frente a la Asamblea Nacional Constituyente con un único objetivo: reclamar su intervención en los sindicatos del país y la disolución de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), a la que califican de “podrida y corrupta”. Por su parte, el titular de la Asamblea Constituyente, Luis Miquilena, de 80 años, asumió como propia la propuesta de los manifestantes y, en las puertas del Congreso -donde sesiona el organismo dominado por Chávez-, les garantizó a unos 1.500 venezolanos que la Constituyente apoyará las peticiones para “democratizar el movimiento sindical venezolano”. Hace aproximadamente unos 10 días, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), había advertido que Venezuela sería condenada y aislada en el mundo si se disolvían sus organizaciones sindicales. Ante esa advertencia, en su momento Miquilena había afirmado que la Asamblea no intervendría en el sector sindical, por considerarlo una organización privada, que no formaba parte de los órganos públicos dependientes del Estado.
(Clarín)
Miles de partidarios del presidente venezolano Hugo Chávez se agruparon ayer frente a la Asamblea Nacional Constituyente con un único objetivo: reclamar su intervención en los sindicatos del país y la disolución de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), a la que califican de “podrida y corrupta”. Por su parte, el titular de la Asamblea Constituyente, Luis Miquilena, de 80 años, asumió como propia la propuesta de los manifestantes y, en las puertas del Congreso -donde sesiona el organismo dominado por Chávez-, les garantizó a unos 1.500 venezolanos que la Constituyente apoyará las peticiones para “democratizar el movimiento sindical venezolano”. Hace aproximadamente unos 10 días, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), había advertido que Venezuela sería condenada y aislada en el mundo si se disolvían sus organizaciones sindicales. Ante esa advertencia, en su momento Miquilena había afirmado que la Asamblea no intervendría en el sector sindical, por considerarlo una organización privada, que no formaba parte de los órganos públicos dependientes del Estado.
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