La fuerza internacional de paz de las Naciones Unidas (ONU) volvió a toparse ayer con serias dificultades para lograr su objetivo en Timor Oriental: consolidar el control de Dili, la capital de la ex colonia portuguesa. Ayer se produjo un confuso tiroteo, sin que se registraran heridos, entre los gurkas nepaleses al servicio de Gran Bretaña y un grupo de soldados indonesios que estaban sacando municiones de un depósito del ejército de Yakarta, que se encuentra en retirada. Mientras Indonesia anunció la revocación de la ley marcial en la isla y el inminente traspaso de la seguridad a las tropas internacionales, la tensión alcanzó un nivel casi insostenible por la mañana, cuando se produjo el intercambio de disparos. Según los gurkas, ellos tuvieron que disparar al aire cuando desde el depósito los soldados indonesios les tiraron sin que mediara ninguna provocación. Por su parte, voceros indonesios acusaron a las tropas de la ONU de abrir fuego sin razón contra los soldados.
(Clarín, Ambito Financiero)
La fuerza internacional de paz de las Naciones Unidas (ONU) volvió a toparse ayer con serias dificultades para lograr su objetivo en Timor Oriental: consolidar el control de Dili, la capital de la ex colonia portuguesa. Ayer se produjo un confuso tiroteo, sin que se registraran heridos, entre los gurkas nepaleses al servicio de Gran Bretaña y un grupo de soldados indonesios que estaban sacando municiones de un depósito del ejército de Yakarta, que se encuentra en retirada. Mientras Indonesia anunció la revocación de la ley marcial en la isla y el inminente traspaso de la seguridad a las tropas internacionales, la tensión alcanzó un nivel casi insostenible por la mañana, cuando se produjo el intercambio de disparos. Según los gurkas, ellos tuvieron que disparar al aire cuando desde el depósito los soldados indonesios les tiraron sin que mediara ninguna provocación. Por su parte, voceros indonesios acusaron a las tropas de la ONU de abrir fuego sin razón contra los soldados.
(Clarín, Ambito Financiero)