sábado, 21 de diciembre de 2024

Fray Bentos: homenaje a las víctimas del DC9

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Familiares y amigos de los 74 fallecidos participaron en una ceremonia religiosa, a dos años de la caída del avión de Austral.

Al cumplirse dos años de la caída del avión de la compañía aérea Austral que iba desde Misiones hacia Buenos Aires cerca de la localidad uruguaya de Fray Bentos, familiares y amigos de las 74 víctimas del accidente se trasladaron ayer hasta el lugar donde se estrelló el DC9 para participar de un oficio religioso en memoria de los fallecidos. Los familiares y amigos de los muertos en la mayor tragedia de la aviación argentina llegaron al campo de la localidad Nueva Berlín, a 70 kilómetros de Fray Bentos, a las 2 de la tarde. Allí presenciaron los actos encabezados por un pastor protestante y un sacerdote católico para rendir homenaje a los 69 pasajeros y 5 tripulantes que perdieron la vida en el accidente que se produjo entre las 22.20 y las 22.30 del 10 de octubre de 1997, cuando cayó la máquina, que volaba en medio de una tormenta. En el lugar donde el cráter fue rellenado -medía 30 metros de diámetro por 8 de profundidad-, los familiares se fueron juntando: allí dejaron sus flores.
(Clarín, La Nación)

Al cumplirse dos años de la caída del avión de la compañía aérea Austral que iba desde Misiones hacia Buenos Aires cerca de la localidad uruguaya de Fray Bentos, familiares y amigos de las 74 víctimas del accidente se trasladaron ayer hasta el lugar donde se estrelló el DC9 para participar de un oficio religioso en memoria de los fallecidos. Los familiares y amigos de los muertos en la mayor tragedia de la aviación argentina llegaron al campo de la localidad Nueva Berlín, a 70 kilómetros de Fray Bentos, a las 2 de la tarde. Allí presenciaron los actos encabezados por un pastor protestante y un sacerdote católico para rendir homenaje a los 69 pasajeros y 5 tripulantes que perdieron la vida en el accidente que se produjo entre las 22.20 y las 22.30 del 10 de octubre de 1997, cuando cayó la máquina, que volaba en medio de una tormenta. En el lugar donde el cráter fue rellenado -medía 30 metros de diámetro por 8 de profundidad-, los familiares se fueron juntando: allí dejaron sus flores.
(Clarín, La Nación)

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