Aseguran que la caída del poder adquisitivo es mayor que durante la híper del ´89

El poder adquisitivo del salario cayó un 40% en el primer cuatrimestre de este año, 6 puntos más que la pérdida que reflejaron los sueldos durante la hiperinflación de 1989, según informó la Sociedad de Estudios Laborales (SEL).

8 mayo, 2002

La diferencia entre la situación actual y la de 13 años atrás
es que en aquel momento, el desempleo era del 7 por ciento, cuando
en la actualidad ese índice se encuentra cercano al 23 por
ciento.

La gravedad de la crisis se refleja también en que el 29 por
ciento de las empresas redujeron las remuneraciones brutas en un
promedio del 15,5 por ciento durante el último año, lo cual
provocó que los salarios privados cayeran en un 5 por ciento,
según el estudio de la consultora.

En tanto, en los primeros cuatro meses del año la inflación
minorista trepó al 21,1 por ciento, lo cual complica aún más el
acceso de los asalariados al consumo.

En este marco, la posibilidad de que las empresas dispongan un
aumento salarial parece lejano, ya que el 94 por ciento de ellas,
según el relevamiento efectuado por SEL, no piensa en ello.

El presidente Eduardo Duhalde, en tanto, aseguró ayer que
habría incrementos salariales “si el dólar sigue alto”.

Pero Ernesto Kritz, titular de SEL, minimizó esta mañana esa
posibilidad: “Es poco menos que imposible pensar en
recomposiciones salariales desde el sector privado, teniendo en
cuenta el alto nivel de desocupación, la caída del nivel de
actividad y las dificultades financieras, que son extremas”, dijo
el especialista.

Según Kritz, el panorama actual del sistema laboral refleja “el
costo social que estamos pagando por haber devaluado”.

El directivo recordó, en declaraciones radiales, que entre
marzo y septiembre de 1989 los precios aumentaron 1.600 por
ciento, y los sueldos casi 1.100.

“Ahora el desempleo es tres veces mayor que durante la
hiperinflación, y esto hace la capacidad de negociación de los
trabajadores sea nula”, añadió.

Por ese motivo, estimó que “por más que se convoque a una gran
paritaria, hoy la realidad muestra que dos de cada tres empresas
negocian los ajustes directamente con los trabajadores, sin
intervención del sindicato”.

También descartó un aumento salarial el presidente de Fiat
Argentina, Cristiano Ratazzi, por considerar que “en este momento,
aumentar los salarios sería apresurado”.

“Para nosotros sería muy difícil hacerlo, porque estamos
trabajando a media máquina”, sostuvo el empresario en
declaraciones radiales.

“Es obvio que algún día el país se va a tener que estabilizar y
en ese momento se discutirán los salarios”, puntualizó.

Fuente: Noticias Argentinas

La diferencia entre la situación actual y la de 13 años atrás
es que en aquel momento, el desempleo era del 7 por ciento, cuando
en la actualidad ese índice se encuentra cercano al 23 por
ciento.

La gravedad de la crisis se refleja también en que el 29 por
ciento de las empresas redujeron las remuneraciones brutas en un
promedio del 15,5 por ciento durante el último año, lo cual
provocó que los salarios privados cayeran en un 5 por ciento,
según el estudio de la consultora.

En tanto, en los primeros cuatro meses del año la inflación
minorista trepó al 21,1 por ciento, lo cual complica aún más el
acceso de los asalariados al consumo.

En este marco, la posibilidad de que las empresas dispongan un
aumento salarial parece lejano, ya que el 94 por ciento de ellas,
según el relevamiento efectuado por SEL, no piensa en ello.

El presidente Eduardo Duhalde, en tanto, aseguró ayer que
habría incrementos salariales “si el dólar sigue alto”.

Pero Ernesto Kritz, titular de SEL, minimizó esta mañana esa
posibilidad: “Es poco menos que imposible pensar en
recomposiciones salariales desde el sector privado, teniendo en
cuenta el alto nivel de desocupación, la caída del nivel de
actividad y las dificultades financieras, que son extremas”, dijo
el especialista.

Según Kritz, el panorama actual del sistema laboral refleja “el
costo social que estamos pagando por haber devaluado”.

El directivo recordó, en declaraciones radiales, que entre
marzo y septiembre de 1989 los precios aumentaron 1.600 por
ciento, y los sueldos casi 1.100.

“Ahora el desempleo es tres veces mayor que durante la
hiperinflación, y esto hace la capacidad de negociación de los
trabajadores sea nula”, añadió.

Por ese motivo, estimó que “por más que se convoque a una gran
paritaria, hoy la realidad muestra que dos de cada tres empresas
negocian los ajustes directamente con los trabajadores, sin
intervención del sindicato”.

También descartó un aumento salarial el presidente de Fiat
Argentina, Cristiano Ratazzi, por considerar que “en este momento,
aumentar los salarios sería apresurado”.

“Para nosotros sería muy difícil hacerlo, porque estamos
trabajando a media máquina”, sostuvo el empresario en
declaraciones radiales.

“Es obvio que algún día el país se va a tener que estabilizar y
en ese momento se discutirán los salarios”, puntualizó.

Fuente: Noticias Argentinas

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