“Si la Corte decide dolarizar, abre el camino al bono
compulsivo. Eso eliminaría definitivamente los depósitos
reprogramados, porque el ahorrista se queda con un bono. Se
elimina así una cuestión contingente que generaba un peligro sobre
el sistema financiero, ya que los Cedros comienzan a vencer en
enero de 2003”, indicó el funcionario.
Además, el economista remarcó que “si se produce un rompimiento
grosero de las negociaciones con el FMI, se van a comprometer las
proyecciones previstas en el programa monetario. Los amparos y un
eventual fallo de la Corte redolarizando también están entre las
amenazas”.
En declaraciones al diario Ambito Financiero, Henke sostuvo,
además, que el aumento de las reservas (que ya superan los 10.000
millones de dólares) “hay que tomarlo con cuidado”.
“Este aumento se produce porque el país no está pagando la
deuda externa. Además, las empresas no pueden girar divisas, con
lo cual la demanda de dólares está contraida en forma artificial”,
puntualizó.
El funcionario advirtió que “si se eliminaran todas las
restricciones (para operar con dólares) la demanda superaría la
oferta, por lo que la liberación debería ser gradual hasta que se
asegure la estabilidad actual, con acuerdo con el FMI incluido”.
Por otra parte, Henke manifestó que las tasas de interés
“deberían seguir bajando. Los bancos no pueden comprar dólares,
porque ya están al límite de lo permitido. Podrían prestarle al
sector privado, pero eso no ocurrirá rápidamente, con lo cual
terminan invirtiendo en Lebac o en cuenta corriente”.
A su criterio, “el público podría adquirir dólares, pero está
optando por regresar lentamente a los bancos, ante la estabilidad
de la moneda norteamericana. Con los actuales niveles de tasa de
interés positiva, esta tendencia se va a acentuar”.
“Si la Corte decide dolarizar, abre el camino al bono
compulsivo. Eso eliminaría definitivamente los depósitos
reprogramados, porque el ahorrista se queda con un bono. Se
elimina así una cuestión contingente que generaba un peligro sobre
el sistema financiero, ya que los Cedros comienzan a vencer en
enero de 2003”, indicó el funcionario.
Además, el economista remarcó que “si se produce un rompimiento
grosero de las negociaciones con el FMI, se van a comprometer las
proyecciones previstas en el programa monetario. Los amparos y un
eventual fallo de la Corte redolarizando también están entre las
amenazas”.
En declaraciones al diario Ambito Financiero, Henke sostuvo,
además, que el aumento de las reservas (que ya superan los 10.000
millones de dólares) “hay que tomarlo con cuidado”.
“Este aumento se produce porque el país no está pagando la
deuda externa. Además, las empresas no pueden girar divisas, con
lo cual la demanda de dólares está contraida en forma artificial”,
puntualizó.
El funcionario advirtió que “si se eliminaran todas las
restricciones (para operar con dólares) la demanda superaría la
oferta, por lo que la liberación debería ser gradual hasta que se
asegure la estabilidad actual, con acuerdo con el FMI incluido”.
Por otra parte, Henke manifestó que las tasas de interés
“deberían seguir bajando. Los bancos no pueden comprar dólares,
porque ya están al límite de lo permitido. Podrían prestarle al
sector privado, pero eso no ocurrirá rápidamente, con lo cual
terminan invirtiendo en Lebac o en cuenta corriente”.
A su criterio, “el público podría adquirir dólares, pero está
optando por regresar lentamente a los bancos, ante la estabilidad
de la moneda norteamericana. Con los actuales niveles de tasa de
interés positiva, esta tendencia se va a acentuar”.