Varios operadores, no relacionados con Washington, Londres y Tokio, aluden a una reunión del comité de política monetaria, en órbita del politburó, realizada días atrás. El esquema se basa en un sistema tipo “crawling peg”, que establecerá una paridad media ponderada y tendrá similitudes con experiencias latinoamericanas de años atrás.
Por ende, el yüan se movería en relación con el dòlar, el euro, el yen, el franco suizo y la libra, presumen en Hongkong. Según fuentes de Singapur, la canasta incluiría sólo dólar, yen y euro,. “El primer esquema es complicado y i no existen antecedentes de canastas quíntuples”, advertían expertos en Tokio. “Mucho menos, en economías grandes pero sin un sistema estadístico avanzado”.
Más digna de crédito –y quizás el único detalle concreto- es la paridad incial del presunto régimen: YR 8,10 por dólar. En ese caso, el valor del yüen en dólares pasaría de 12 a 12,34 centavos (+2,8%). Sería un avance muy modesto considerando el 10% que pretende Estados Unidos; vale decir 13,20 centavos de dólar por yüan o YR 7,58 por dólar.
Por supuesto, cambiar el dólar por una canasta llevaría a una paridad más flexible y menos susceptible a vaivenes del mercado. Pero, en la situación actual –marcada por un apreciable avance del dólar a costa del euro-, la repreciación real del yüan sería muy modesta.
Según cálculos en Hongkong y Taipei, la moneda china debiera revaluarse no menos de 15% ante la presunta canasta, para tener los efectos comerciales que pretenden EE.UU. y la Unión Europea. Eso no parece factibe en el plazo que querrían Washington o Bruselas (aun después del “arreglo textil” entre Chibna y la UE). Menos tras el fracaso del Grupo de los 20 la semana pasada en China, que no pudo lograr un compromiso sobre subsidios agrícolas con EE.UU., la UE y Japón.
Varios operadores, no relacionados con Washington, Londres y Tokio, aluden a una reunión del comité de política monetaria, en órbita del politburó, realizada días atrás. El esquema se basa en un sistema tipo “crawling peg”, que establecerá una paridad media ponderada y tendrá similitudes con experiencias latinoamericanas de años atrás.
Por ende, el yüan se movería en relación con el dòlar, el euro, el yen, el franco suizo y la libra, presumen en Hongkong. Según fuentes de Singapur, la canasta incluiría sólo dólar, yen y euro,. “El primer esquema es complicado y i no existen antecedentes de canastas quíntuples”, advertían expertos en Tokio. “Mucho menos, en economías grandes pero sin un sistema estadístico avanzado”.
Más digna de crédito –y quizás el único detalle concreto- es la paridad incial del presunto régimen: YR 8,10 por dólar. En ese caso, el valor del yüen en dólares pasaría de 12 a 12,34 centavos (+2,8%). Sería un avance muy modesto considerando el 10% que pretende Estados Unidos; vale decir 13,20 centavos de dólar por yüan o YR 7,58 por dólar.
Por supuesto, cambiar el dólar por una canasta llevaría a una paridad más flexible y menos susceptible a vaivenes del mercado. Pero, en la situación actual –marcada por un apreciable avance del dólar a costa del euro-, la repreciación real del yüan sería muy modesta.
Según cálculos en Hongkong y Taipei, la moneda china debiera revaluarse no menos de 15% ante la presunta canasta, para tener los efectos comerciales que pretenden EE.UU. y la Unión Europea. Eso no parece factibe en el plazo que querrían Washington o Bruselas (aun después del “arreglo textil” entre Chibna y la UE). Menos tras el fracaso del Grupo de los 20 la semana pasada en China, que no pudo lograr un compromiso sobre subsidios agrícolas con EE.UU., la UE y Japón.