jueves, 26 de diciembre de 2024

Ni vacas muertas ni pasturas arrasadas hacen ver la emergencia de los productores al gobierno y las entidades rurales

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El gobierno de De la Sota aplazó una semana la convocatoria al comité de emergencia para afrontar las consecuencias de la sequía en el sudoeste bonaerense, La Pampa, Córdoba y Santa Fe. Teme enemistarse con Kirchner.

La sequía que castiga al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, principalmente, y a La Pampa, Santa Fe y Córdoba, añadió un nuevo factor de irritación de los productores agropecuarios hacia el gobierno nacional, al que acusaron de no disponer medidas urgentes de auxilio que les permita afrontar las pérdidas.

Los productores del sudoeste bonaerense, los más afectados por la situación, contabilizan: en julio llovió apenas 40 milímetros, la precipitación más significativa desde abril. Es decir, desde hace casi medio año, en esa rica zona de la Pampa Húmeda, las precipitaciones caídas están lejos de lo que debería llover en un año: 600 milímetros. Nada más que en el partido de Tornquist murieron 70 mil vacas.

Este panorama no es de ahora: en los últimos años, las lluvias no pasaron la barrera de los 200 milímetros anuales.

La situación de duro enfrentamiento entre las entidades rurales y la administración de Néstor Kirchner no sólo le ha hecho perder de vista a los funcionarios el paisaje de animales muertos por la falta de pasto para comer y que la mayoría de los campos esté en manos de pequeños y medianos productores que, en promedio, son dueños de 500 hectáreas, sino que ni los propios dirigentes del sector parecen sensibilizarse ante el flagelo. En la última edición de “Mercado” se analizan en detalle las pésimas relaciones entre gobierno y ruralistas.

Así, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, sólo se refirió políticamente a la situación en Córdoba, al señalar que el campo está padeciendo en estos días muchas plagas, pero que “la peor de todas es la política del Gobierno”, y se refirió especialmente al manejo de la crisis energética, que incluye la escasez de gasoil, y las medidas aplicadas a la ganadería y a la lechería.

Incendios

El dirigente habló por la tarde en el acto central de la Exposición Rural de San Francisco, en el este de la provincia. Precisamente, el territorio cordobés está atravesando un período de acentuada seca. Esta, aparte de las consecuencias productivas que provoca, se expresa en incendios de vastas extensiones.

En relación con el problema, el subsecretario de Ganadería de la provincia, Oscar Ambrosino, reiteró que en los próximos días se convocará a la Comisión de Emergencia Agropecuaria.

En principio, conforme se había anticipado desde esferas gubernamentales, esa citación se iba a concretar la semana pasada.

El gobernador José Manuel de la Sota estuvo durante media hora en la exposición, la recorrió pero enseguida se retiró, excusándose de participar del acto por tener que atender el problema de nuevos focos de incendio en las sierras.

Después de la Rural de Río Cuarto, hace casi un mes, donde asumió posturas opuestas al gobierno de Néstor Kirchner, el mandatario provincial evitó pronunciarse en temas agropecuarios.

Ayer, la voz más dura en San Francisco volvió a ser la del presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Ricardo Osella, quien criticó al gobierno nacional: “Para el discurso fácil utiliza la izquierda y para perjudicar a los productores se alía con exportadores, industriales y frigoríficos. Procede como un boxeador: nos puntea con la izquierda pero nos noquea con la derecha”, dijo.

La sequía que castiga al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, principalmente, y a La Pampa, Santa Fe y Córdoba, añadió un nuevo factor de irritación de los productores agropecuarios hacia el gobierno nacional, al que acusaron de no disponer medidas urgentes de auxilio que les permita afrontar las pérdidas.

Los productores del sudoeste bonaerense, los más afectados por la situación, contabilizan: en julio llovió apenas 40 milímetros, la precipitación más significativa desde abril. Es decir, desde hace casi medio año, en esa rica zona de la Pampa Húmeda, las precipitaciones caídas están lejos de lo que debería llover en un año: 600 milímetros. Nada más que en el partido de Tornquist murieron 70 mil vacas.

Este panorama no es de ahora: en los últimos años, las lluvias no pasaron la barrera de los 200 milímetros anuales.

La situación de duro enfrentamiento entre las entidades rurales y la administración de Néstor Kirchner no sólo le ha hecho perder de vista a los funcionarios el paisaje de animales muertos por la falta de pasto para comer y que la mayoría de los campos esté en manos de pequeños y medianos productores que, en promedio, son dueños de 500 hectáreas, sino que ni los propios dirigentes del sector parecen sensibilizarse ante el flagelo. En la última edición de “Mercado” se analizan en detalle las pésimas relaciones entre gobierno y ruralistas.

Así, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, sólo se refirió políticamente a la situación en Córdoba, al señalar que el campo está padeciendo en estos días muchas plagas, pero que “la peor de todas es la política del Gobierno”, y se refirió especialmente al manejo de la crisis energética, que incluye la escasez de gasoil, y las medidas aplicadas a la ganadería y a la lechería.

Incendios

El dirigente habló por la tarde en el acto central de la Exposición Rural de San Francisco, en el este de la provincia. Precisamente, el territorio cordobés está atravesando un período de acentuada seca. Esta, aparte de las consecuencias productivas que provoca, se expresa en incendios de vastas extensiones.

En relación con el problema, el subsecretario de Ganadería de la provincia, Oscar Ambrosino, reiteró que en los próximos días se convocará a la Comisión de Emergencia Agropecuaria.

En principio, conforme se había anticipado desde esferas gubernamentales, esa citación se iba a concretar la semana pasada.

El gobernador José Manuel de la Sota estuvo durante media hora en la exposición, la recorrió pero enseguida se retiró, excusándose de participar del acto por tener que atender el problema de nuevos focos de incendio en las sierras.

Después de la Rural de Río Cuarto, hace casi un mes, donde asumió posturas opuestas al gobierno de Néstor Kirchner, el mandatario provincial evitó pronunciarse en temas agropecuarios.

Ayer, la voz más dura en San Francisco volvió a ser la del presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Ricardo Osella, quien criticó al gobierno nacional: “Para el discurso fácil utiliza la izquierda y para perjudicar a los productores se alía con exportadores, industriales y frigoríficos. Procede como un boxeador: nos puntea con la izquierda pero nos noquea con la derecha”, dijo.

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