En esta oportunidad, se examina la influencia del gasto público en la distribución del ingreso argentino. La medida más común de desigualdad es el coeficiente de Gini, que tiene valores entre 0 y 1.
El primer valor corresponde a una situación de máxima igualdad, mientras 1 corresponde a máxima inequidad. El guarismo más reciente estimado para este coeficiente es 0,49, que cual evidencia un nivel de desigualdad relativamente alto.
Como se indicaba anteriormente, el patrón regresivo de distribución del ingreso local se ha mantenido relativamente estable a lo largo del tiempo. Se ha simulado la distribución posible si no existieran las transferencias monetarias del estado a las familias y se halló que la desigualdad aumentaría levemente, a un coeficiente de 0,54.
La Unión Europea (veinticinco miembros), previo a la intervención estatal, tiene una distribución del ingreso tan desigual como Argentina. En su caso, el coeficiente sería 0,47. La interacción en la UE, principalmente vía las transferencias monetarias a las familias, tiene mucho mayor efecto distributivo y disminuye el guarismo a 0,33,que se considera relativamente adecuado.
Las transferencias monetarias en la UE están fuertemente concentradas en los sectores más pobres. Por el contrario, en Argentina apenas 22% llega a la mitad más pobre de la población.
En esta oportunidad, se examina la influencia del gasto público en la distribución del ingreso argentino. La medida más común de desigualdad es el coeficiente de Gini, que tiene valores entre 0 y 1.
El primer valor corresponde a una situación de máxima igualdad, mientras 1 corresponde a máxima inequidad. El guarismo más reciente estimado para este coeficiente es 0,49, que cual evidencia un nivel de desigualdad relativamente alto.
Como se indicaba anteriormente, el patrón regresivo de distribución del ingreso local se ha mantenido relativamente estable a lo largo del tiempo. Se ha simulado la distribución posible si no existieran las transferencias monetarias del estado a las familias y se halló que la desigualdad aumentaría levemente, a un coeficiente de 0,54.
La Unión Europea (veinticinco miembros), previo a la intervención estatal, tiene una distribución del ingreso tan desigual como Argentina. En su caso, el coeficiente sería 0,47. La interacción en la UE, principalmente vía las transferencias monetarias a las familias, tiene mucho mayor efecto distributivo y disminuye el guarismo a 0,33,que se considera relativamente adecuado.
Las transferencias monetarias en la UE están fuertemente concentradas en los sectores más pobres. Por el contrario, en Argentina apenas 22% llega a la mitad más pobre de la población.