Néstor Kirchner tuvo ayer un encuentro privado en Casa de Gobierno con
el presidente venezolano Hugo Chávez, luego del cual ambos dieron una conferencia
de prensa en la que el visitante afirmó que “hemos firmado un tratado
de seguridad energética” y prometió a la candidata presidencial,
Cristina Fernández de Kirchner, que “dentro de dos años, espero
que sea un poquito menos, el gas venezolano estará llegando al Río
de la Plata para ayudar al fortalecimiento del pueblo argentino”.
Infructuosos fueron los intentos diplomáticos por restarle voltaje a la
presencia de Chávez en el país, que se superpuso con la llegada
de los participantes del Council of the Americas que tendrá lugar hoy.
Por todos los medios, se intentó evitar molestias en la delegación
norteamericana encabezada por Susane Segal, quien disertará en el foro
sobre el que la administración de Kirchner ha depositado esperanzas en
que abra las puertas a inversiones hacia la Argentina.
En tal sentido, se consideró significativa la reunión que mantuvieron
a instancias del embajador de Estados Unidos, Earl Wayne, con empresarios argentinos,
en la que no estuvo ausente la preocupación internacional por la política
de precios, los manejos en torno del Indec y la escasez de energía.
Los visitantes norteamericanos hicieron hincapié en que cabe esperar una
desaceleración del crecimiento económico como consecuencia del bajón
de los mercados financieros del mundo.
De modo que la atracción de inversiones no podrá seguir descansando
en las altas tasas de expansión de la economía, como pretendía
la Casa Rosada.
Las vacas que vuelan
Ausente de esas tribulaciones, Chávez aprovechó la oportunidad
para definir el apoyo energético de su país a la Argentina: “A
la misma velocidad que van las vacas argentinas llegan a Venezuela, llegará
el gas licuado a la Argentina”, dijo Chávez, lo que provocó
la sonrisa de la senadora apostada entre los asistentes a la conferencia.
Por otra parte, al arribar al aeroparque metropolitano, Chávez reconoció
que está “paralizada” la construcción del Gasoducto
Sudamericano que impulsa su gobierno y responsabilizó a Brasil por la
demora del proyecto. “Eso se ha congelado, se ha frenado”, dijo Chávez,
al referirse al recorrido del proyecto del Gasoducto Sudamericano a través
de territorio de Brasil.
Durante la conferencia, Chávez volvió a referirse a dicho proyecto
energético y aseguró que “estamos dispuestos a participar
en la construcción, es necesario acelerarlo”.
Asimismo, en materia energética, el bolivariano sostuvo que “podemos
convertir a Sudamérica en una potencia petroquímica mundial”.
Por otra parte, respecto al complicado ingreso de Venezuela al bloque del Mercosur,
Chávez sostuvo que “debemos impulsar y acelerar la gran alianza
de Sudamérica y perfilar un rumbo de integración distinto”.
Por su parte, el presidente Kirchner se deshizo también en elogios hacia
su par venezolano y agradeció la colaboración financiera de ese
país: “Estamos profundamente agradecidos de este gesto suyo”,
sostuvo.
“Quiero agradecerle que traslade las oficinas de insumos petroleros a la
Argentina porque es un voto de confianza”, dijo K al tiempo que resaltó
“la explotación conjunta de Enarsa y PDVESA” y felicitó
al bolivariano por la calidad de los empresarios venezolanos.
“El aporte de Venezuela al Mercosur es muy importante” señaló
el presidente argentino, así como el acercamiento de México al
bloque que integran Brasil, Uruguay, Paraguay y la Argentina.
Mugidos indulgentes
Por su parte, Kirchner no pudo dejar de lado su ironía y en referencia
al comentario de Chávez sobre las vacas argentinas, dijo “las vacas
son buenas”, en referencia al episodio del pasado sábado en La Rural
de Palermo, por un duro discurso del titular de la SRA Luciano Miguens.
Por otra parte, al llegar a suelo argentino, Chávez vaticinó el
futuro triunfo de Cristina K y dijo que “hasta las piedras lo dicen…
algunos se pondrán bravos conmigo porque lo digo, pero hasta las piedras
en Argentina y Venezuela dicen que Cristina Kirchner será presidenta”.
La delegación que acompaña al presidente Chávez está
compuesta por el canciller Nicolás Maduro y los ministros de Energía,
Rafael Ramírez; de Economía, Pedro Morejon; de Comercio, Cristina
Iglesias y de Comunicación, Willian Lara, entre otros.
Néstor Kirchner tuvo ayer un encuentro privado en Casa de Gobierno con
el presidente venezolano Hugo Chávez, luego del cual ambos dieron una conferencia
de prensa en la que el visitante afirmó que “hemos firmado un tratado
de seguridad energética” y prometió a la candidata presidencial,
Cristina Fernández de Kirchner, que “dentro de dos años, espero
que sea un poquito menos, el gas venezolano estará llegando al Río
de la Plata para ayudar al fortalecimiento del pueblo argentino”.
Infructuosos fueron los intentos diplomáticos por restarle voltaje a la
presencia de Chávez en el país, que se superpuso con la llegada
de los participantes del Council of the Americas que tendrá lugar hoy.
Por todos los medios, se intentó evitar molestias en la delegación
norteamericana encabezada por Susane Segal, quien disertará en el foro
sobre el que la administración de Kirchner ha depositado esperanzas en
que abra las puertas a inversiones hacia la Argentina.
En tal sentido, se consideró significativa la reunión que mantuvieron
a instancias del embajador de Estados Unidos, Earl Wayne, con empresarios argentinos,
en la que no estuvo ausente la preocupación internacional por la política
de precios, los manejos en torno del Indec y la escasez de energía.
Los visitantes norteamericanos hicieron hincapié en que cabe esperar una
desaceleración del crecimiento económico como consecuencia del bajón
de los mercados financieros del mundo.
De modo que la atracción de inversiones no podrá seguir descansando
en las altas tasas de expansión de la economía, como pretendía
la Casa Rosada.
Las vacas que vuelan
Ausente de esas tribulaciones, Chávez aprovechó la oportunidad
para definir el apoyo energético de su país a la Argentina: “A
la misma velocidad que van las vacas argentinas llegan a Venezuela, llegará
el gas licuado a la Argentina”, dijo Chávez, lo que provocó
la sonrisa de la senadora apostada entre los asistentes a la conferencia.
Por otra parte, al arribar al aeroparque metropolitano, Chávez reconoció
que está “paralizada” la construcción del Gasoducto
Sudamericano que impulsa su gobierno y responsabilizó a Brasil por la
demora del proyecto. “Eso se ha congelado, se ha frenado”, dijo Chávez,
al referirse al recorrido del proyecto del Gasoducto Sudamericano a través
de territorio de Brasil.
Durante la conferencia, Chávez volvió a referirse a dicho proyecto
energético y aseguró que “estamos dispuestos a participar
en la construcción, es necesario acelerarlo”.
Asimismo, en materia energética, el bolivariano sostuvo que “podemos
convertir a Sudamérica en una potencia petroquímica mundial”.
Por otra parte, respecto al complicado ingreso de Venezuela al bloque del Mercosur,
Chávez sostuvo que “debemos impulsar y acelerar la gran alianza
de Sudamérica y perfilar un rumbo de integración distinto”.
Por su parte, el presidente Kirchner se deshizo también en elogios hacia
su par venezolano y agradeció la colaboración financiera de ese
país: “Estamos profundamente agradecidos de este gesto suyo”,
sostuvo.
“Quiero agradecerle que traslade las oficinas de insumos petroleros a la
Argentina porque es un voto de confianza”, dijo K al tiempo que resaltó
“la explotación conjunta de Enarsa y PDVESA” y felicitó
al bolivariano por la calidad de los empresarios venezolanos.
“El aporte de Venezuela al Mercosur es muy importante” señaló
el presidente argentino, así como el acercamiento de México al
bloque que integran Brasil, Uruguay, Paraguay y la Argentina.
Mugidos indulgentes
Por su parte, Kirchner no pudo dejar de lado su ironía y en referencia
al comentario de Chávez sobre las vacas argentinas, dijo “las vacas
son buenas”, en referencia al episodio del pasado sábado en La Rural
de Palermo, por un duro discurso del titular de la SRA Luciano Miguens.
Por otra parte, al llegar a suelo argentino, Chávez vaticinó el
futuro triunfo de Cristina K y dijo que “hasta las piedras lo dicen…
algunos se pondrán bravos conmigo porque lo digo, pero hasta las piedras
en Argentina y Venezuela dicen que Cristina Kirchner será presidenta”.
La delegación que acompaña al presidente Chávez está
compuesta por el canciller Nicolás Maduro y los ministros de Energía,
Rafael Ramírez; de Economía, Pedro Morejon; de Comercio, Cristina
Iglesias y de Comunicación, Willian Lara, entre otros.
