Por entonces, para acudir en auxilio de los serbios, los rusos debían cruzar el imperio de los Habsburgo (Austria) y ésas eran palabras mayores. Pero el tsar presionó y obtuvo de Estambul algunas concesiones que, poco a poco, llevaron a la autonomías serbia en 1830.
Años más tarde, los otomanos perdían Moldavia y Valaquia que, en 1878, formaron Rumania, bajo protectorado rusoaustríaco y, en adelante, Petersburgo podía amparar a Serbia con más facilidad. Como hace 130 años, sólo están Rumania y Moldavia en el medio.
Sin ambages, el presidente ruso uso el término “fuerza militar directa” con la UE y la Otán, “si ambos abusan de facultades otorgadas por Naciones Unidas”. Hasta la independencia kósovar, la Otan administraba la provincia serbia, pero –últimamente- esta misma entidad era usada por Estados Unidos para amenazar a Rusia con un escudo antiproyectiles sobre sus fronteras occidentales.
En lo que puede ser un error fatal, EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia se apresuraron en reconocer la independencia de un territorio completamente inviable en lo económico. A criterio ruso, “si la UE y la Otán forman un frente para sostener la desmembración de Serbia, habrán transgredido las instrucciones de Naciones Unidas para Kósovo”.
Ahora bien ¿por qué Belgrado se aferra a una zona donde casi no viven serbios desde hace siglos? Porque Kósovo contiene los fantasmas de 1389. Ese año, los turcos masacraron a los serbios y ocuparon toda Serbia, mientras tribus de habla albanesa iban llenando el vacío. A partir de 1804, Rusia alimentó sueños como los de una “gran Serbia” o una “gran Bulgaria”, en aras del paneslavismo.
Para Petersburgo, esto quería decir un enjambre de estados títeres en los Balcanes: no en vano, la bandera serbia es idéntica a la rusa. En 1914, un magnicidio en Sarajevo –como hoy, capital bosnia- desató la gran guerra. En 1919, una dinastía serbia logró juntar varias piezas de la marquetería y formar Yugoslavia (Eslavia del sur), que el croata Josip Broz pudo mantener unida con manos de hierro hasta su propia muerte.-
Por entonces, para acudir en auxilio de los serbios, los rusos debían cruzar el imperio de los Habsburgo (Austria) y ésas eran palabras mayores. Pero el tsar presionó y obtuvo de Estambul algunas concesiones que, poco a poco, llevaron a la autonomías serbia en 1830.
Años más tarde, los otomanos perdían Moldavia y Valaquia que, en 1878, formaron Rumania, bajo protectorado rusoaustríaco y, en adelante, Petersburgo podía amparar a Serbia con más facilidad. Como hace 130 años, sólo están Rumania y Moldavia en el medio.
Sin ambages, el presidente ruso uso el término “fuerza militar directa” con la UE y la Otán, “si ambos abusan de facultades otorgadas por Naciones Unidas”. Hasta la independencia kósovar, la Otan administraba la provincia serbia, pero –últimamente- esta misma entidad era usada por Estados Unidos para amenazar a Rusia con un escudo antiproyectiles sobre sus fronteras occidentales.
En lo que puede ser un error fatal, EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia se apresuraron en reconocer la independencia de un territorio completamente inviable en lo económico. A criterio ruso, “si la UE y la Otán forman un frente para sostener la desmembración de Serbia, habrán transgredido las instrucciones de Naciones Unidas para Kósovo”.
Ahora bien ¿por qué Belgrado se aferra a una zona donde casi no viven serbios desde hace siglos? Porque Kósovo contiene los fantasmas de 1389. Ese año, los turcos masacraron a los serbios y ocuparon toda Serbia, mientras tribus de habla albanesa iban llenando el vacío. A partir de 1804, Rusia alimentó sueños como los de una “gran Serbia” o una “gran Bulgaria”, en aras del paneslavismo.
Para Petersburgo, esto quería decir un enjambre de estados títeres en los Balcanes: no en vano, la bandera serbia es idéntica a la rusa. En 1914, un magnicidio en Sarajevo –como hoy, capital bosnia- desató la gran guerra. En 1919, una dinastía serbia logró juntar varias piezas de la marquetería y formar Yugoslavia (Eslavia del sur), que el croata Josip Broz pudo mantener unida con manos de hierro hasta su propia muerte.-