Japón: alerta en el sector financiero

Tras la quiebra de Chiyoda, la mayor entre las cinco aseguradoras japonesas que se han declarado en bancarrota desde la posguerra, distintos sectores analizan la posibilidad de una nueva crisis bancaria.

11 octubre, 2000

(EFE).- La quiebra de la aseguradora japonesa Chiyoda Mutual Life, que pidió protección legal el lunes con un pasivo de casi US$ 26.455 millones, repercutirá de forma negativa no sólo en el sector asegurador, sino también en la banca local, según analistas.

Al igual que otras grandes firmas financieras japonesas fallidas, como la casa de valores Yamaichi o entidades como el nacionalizado y ya vendido Banco de Crédito de Japón (NCB), las dificultades de Chiyoda se remontan a la época de gran especulación conocida como la “burbuja económica” de la década de los ´80.

La venta excesiva de productos financieros de altos beneficios que no se materializaron le costó a Chiyoda unos 40.000 millones de yenes (US$ 370 millones) en déficit anual a lo largo de la última década.

A esas pérdidas se sumaron los créditos relacionados con inversiones bursátiles y la especulación inmobiliaria, que dio como resultado un aumento de masivas deudas incobrables, dentro de las que destacan los 70.000 millones de yenes (US$ 648 millones) concedidos al fracasado hotel New Japan.

Factores que comparten otras firmas japonesas del sector, como la cancelación masiva de pólizas, la creciente incapacidad para pagar primas e intereses y el deterioro de sus fondos de compensaciones, se suman a las causas del colapso de Chiyoda M.L., la duodécima aseguradora japonesa.

La de Chiyoda es la mayor quiebra entre las cinco aseguradoras japonesas que se han declarado en bancarrota desde la posguerra.

El periódico económico Nihon Keizai afirma que el fracaso de las aseguradoras podría desembocar en otra crisis bancaria y subraya la interdependencia de dos sectores que en el pasado han recurrido a la concesión recíproca de créditos subordinados para reforzar sus respectivos coeficientes de garantía.

El rotativo advierte de que bancos y aseguradoras comparten muchos beneficiarios corporativos de sus créditos y que cualquier firma malograda en el sector asegurador repercute de forma negativa en la banca.

Chiyoda quebró al haber rechazado las entidades financieras inyectarle fondos de emergencia, incluido su principal acreedor, el banco Tokai, que rehusó conceder un crédito solicitado por 300.000 millones de yenes (unos US$ 2.700 millones).

Sus negociaciones con firmas extranjeras para asociarse, tampoco fructificaron y provocaron comentarios negativos por parte de la Comisión de Reconstrucción Financiera, organismo oficial encargado de supervisar la liberalización del sistema financiero local conocido como el big bang japonés.

La aseguradora, con activos de 3,5 billones de yenes (US$ 32.407 millones) y 1,3 millones de clientes, es la mayor de las japonesas que se acoge a una ley que permite a las firmas de mutuas de seguros reorganizarse al igual que empresas de otros sectores.

El banco Tokai calcula sus pérdidas por la quiebra de Chiyoda en 74.000 millones de yenes (US$ 685 millones), mientras que el Asahi valoró sus créditos en 14.000 millones de yenes (US$ 129 millones).

En la bolsa valores de Tokio la quiebra de Chiyoda fue uno de los principales factores locales que hoy, miércoles, por segundo día consecutivo, provocaron descensos debido a la preocupación de los inversores por la repercusión en los valores bancarios y en los de las aseguradoras.

La quiebra de Chiyoda M.L. neutralizará el ánimo comprador en la bolsa de Tokio, que había sido animada por indicadores positivos, como el incipiente repunte económico liderado por el aumento de la inversión corporativa, aseguran los expertos.

Al final del día, el índice Nikkei perdió 314,15 puntos (2%) y terminó la jornada en 15.513,57 enteros, el nivel más bajo desde el 12 de marzo de 1999.

(EFE).- La quiebra de la aseguradora japonesa Chiyoda Mutual Life, que pidió protección legal el lunes con un pasivo de casi US$ 26.455 millones, repercutirá de forma negativa no sólo en el sector asegurador, sino también en la banca local, según analistas.

Al igual que otras grandes firmas financieras japonesas fallidas, como la casa de valores Yamaichi o entidades como el nacionalizado y ya vendido Banco de Crédito de Japón (NCB), las dificultades de Chiyoda se remontan a la época de gran especulación conocida como la “burbuja económica” de la década de los ´80.

La venta excesiva de productos financieros de altos beneficios que no se materializaron le costó a Chiyoda unos 40.000 millones de yenes (US$ 370 millones) en déficit anual a lo largo de la última década.

A esas pérdidas se sumaron los créditos relacionados con inversiones bursátiles y la especulación inmobiliaria, que dio como resultado un aumento de masivas deudas incobrables, dentro de las que destacan los 70.000 millones de yenes (US$ 648 millones) concedidos al fracasado hotel New Japan.

Factores que comparten otras firmas japonesas del sector, como la cancelación masiva de pólizas, la creciente incapacidad para pagar primas e intereses y el deterioro de sus fondos de compensaciones, se suman a las causas del colapso de Chiyoda M.L., la duodécima aseguradora japonesa.

La de Chiyoda es la mayor quiebra entre las cinco aseguradoras japonesas que se han declarado en bancarrota desde la posguerra.

El periódico económico Nihon Keizai afirma que el fracaso de las aseguradoras podría desembocar en otra crisis bancaria y subraya la interdependencia de dos sectores que en el pasado han recurrido a la concesión recíproca de créditos subordinados para reforzar sus respectivos coeficientes de garantía.

El rotativo advierte de que bancos y aseguradoras comparten muchos beneficiarios corporativos de sus créditos y que cualquier firma malograda en el sector asegurador repercute de forma negativa en la banca.

Chiyoda quebró al haber rechazado las entidades financieras inyectarle fondos de emergencia, incluido su principal acreedor, el banco Tokai, que rehusó conceder un crédito solicitado por 300.000 millones de yenes (unos US$ 2.700 millones).

Sus negociaciones con firmas extranjeras para asociarse, tampoco fructificaron y provocaron comentarios negativos por parte de la Comisión de Reconstrucción Financiera, organismo oficial encargado de supervisar la liberalización del sistema financiero local conocido como el big bang japonés.

La aseguradora, con activos de 3,5 billones de yenes (US$ 32.407 millones) y 1,3 millones de clientes, es la mayor de las japonesas que se acoge a una ley que permite a las firmas de mutuas de seguros reorganizarse al igual que empresas de otros sectores.

El banco Tokai calcula sus pérdidas por la quiebra de Chiyoda en 74.000 millones de yenes (US$ 685 millones), mientras que el Asahi valoró sus créditos en 14.000 millones de yenes (US$ 129 millones).

En la bolsa valores de Tokio la quiebra de Chiyoda fue uno de los principales factores locales que hoy, miércoles, por segundo día consecutivo, provocaron descensos debido a la preocupación de los inversores por la repercusión en los valores bancarios y en los de las aseguradoras.

La quiebra de Chiyoda M.L. neutralizará el ánimo comprador en la bolsa de Tokio, que había sido animada por indicadores positivos, como el incipiente repunte económico liderado por el aumento de la inversión corporativa, aseguran los expertos.

Al final del día, el índice Nikkei perdió 314,15 puntos (2%) y terminó la jornada en 15.513,57 enteros, el nivel más bajo desde el 12 de marzo de 1999.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades