Esto se traduce en un gasto creciente que, a su vez, promueve la reactivación en varios sectores de la economía real (aunque no en todos).
El endeudamiento del público vía tarjetas de crédito y otros canales “minoristas” aumentó US$ 9.500 millones en mayo, o sea 10,5% sobre abril. Noviembre, no obstante, sigue bien al frente, con un alza de US$ 20.400 millones (un tercio del PBI argentino en moneda fuerte). El avance de mayo, que los analistas esperan ver superado en junio, tiene mucho que ver con los descuentos y financiamientos casi sin interés que ofrecen General Motors y otros fabricantes de bienes durables.
Los expertos estimaban en sólo US$ 6.500 millones el aumento de mayo, razón por la cual ahora revisan las proyecciones para junio. Las tarjetas y otros sistemas de crédito autorrenovable subieron US$ 2.400 millones (4.400 millones en abril). Los créditos convencionales crecieron 7.200 millones. En la primera categoría, la estadística no incluye préstamos avalados con bienes inmuebles (los hipotecarios, por ejemplo) ni financiamiento de viviendas. En materia hipotecaria la deuda acumulada triplica los nuevos créditos.
Esto se traduce en un gasto creciente que, a su vez, promueve la reactivación en varios sectores de la economía real (aunque no en todos).
El endeudamiento del público vía tarjetas de crédito y otros canales “minoristas” aumentó US$ 9.500 millones en mayo, o sea 10,5% sobre abril. Noviembre, no obstante, sigue bien al frente, con un alza de US$ 20.400 millones (un tercio del PBI argentino en moneda fuerte). El avance de mayo, que los analistas esperan ver superado en junio, tiene mucho que ver con los descuentos y financiamientos casi sin interés que ofrecen General Motors y otros fabricantes de bienes durables.
Los expertos estimaban en sólo US$ 6.500 millones el aumento de mayo, razón por la cual ahora revisan las proyecciones para junio. Las tarjetas y otros sistemas de crédito autorrenovable subieron US$ 2.400 millones (4.400 millones en abril). Los créditos convencionales crecieron 7.200 millones. En la primera categoría, la estadística no incluye préstamos avalados con bienes inmuebles (los hipotecarios, por ejemplo) ni financiamiento de viviendas. En materia hipotecaria la deuda acumulada triplica los nuevos créditos.
