En un comunicado, el gobierno británico aclaró que no existían
compromisos, más allá de un crédito de emergencia por alrededor
de US$ 639 millones (vence el 27). Tras un primer derrumbe, el miércoles,
la cotización de BE fue suspendida el jueves por dos ruedas. Ese mismo
día, la empresa comenzaba a discutir con funcionarios y acreedores formas
de eludir la insolvencia.
Pero el papel volvió a negociarse hoy, con desastrosos resultados. “No
creemos que la compañía vaya a la quiebra, porque el gobierno
deberá hacer algo urgente. No es posible prolongar incertidumbres sobre
activos y desechos nucleares. Alguien tendrá que ceder”, señala
un informe de Bear Stearns a sus clientes en Londres.
La empresa había perdido unos US$ 790 millones en el último ejercicio
(abril 2001 a marzo 2002) y su valor en mercado -tomando la caída de
hoy- retrocede unos US$ 6.000 millones desde el máximo (enero de 1999).
En un comunicado, el gobierno británico aclaró que no existían
compromisos, más allá de un crédito de emergencia por alrededor
de US$ 639 millones (vence el 27). Tras un primer derrumbe, el miércoles,
la cotización de BE fue suspendida el jueves por dos ruedas. Ese mismo
día, la empresa comenzaba a discutir con funcionarios y acreedores formas
de eludir la insolvencia.
Pero el papel volvió a negociarse hoy, con desastrosos resultados. “No
creemos que la compañía vaya a la quiebra, porque el gobierno
deberá hacer algo urgente. No es posible prolongar incertidumbres sobre
activos y desechos nucleares. Alguien tendrá que ceder”, señala
un informe de Bear Stearns a sus clientes en Londres.
La empresa había perdido unos US$ 790 millones en el último ejercicio
(abril 2001 a marzo 2002) y su valor en mercado -tomando la caída de
hoy- retrocede unos US$ 6.000 millones desde el máximo (enero de 1999).