Mientras la bolsa de Tokio es la que más repunta este año -aun teniendo
en cuenta la burbuja de Wall Street, iniciada en mayo-, los ejecutivos de las
principales empresas e, inclusive, algunos grandes banqueros muestran llamativo
optimismo, basado en una clave: al parecer, la economía real se acerca
a un punto de inflexión. Luego, irá saliendo del marasmo que data
de 1991.
Según estadísticas oficiales, en mayo el producto manufacturero
aumentó a 2,5% de ritmo anual debido, esencialmente, a exportaciones
de electrónicos, maquinaria, equipos y automotores… a Estados Unidos
(donde, por ejemplo, el Lexus de Toyota les saca mercado a sus equivalentes
de GM y Ford). Estos días, aparte, apareció una señal inesperada:
el "tankan" -informe trimestral del Banco del Japón (central)-
revela una mejora neta en la confianza de los ejecutivos.
Por de pronto, un grupo de "keiretsu" (conglomerados horizontales)
planea elevar hasta 5% las inversiones de capital y proyectan un promedio de
11% de aumento en utilidades. Amén de la amplia y prolongada reacción
bursátil, al dólar le cuesta mucho volver a los 120 yenes. "Nadie
compra ilusiones fáciles, como en EE.UU., y todos observamos con inquietud
la recesión en Alemania. Pero el panorama local es alentador", coinciden
analistas de Nomura, Daiwa, JP Morgan Securities, HSBC, etcétera.
Mientras la bolsa de Tokio es la que más repunta este año -aun teniendo
en cuenta la burbuja de Wall Street, iniciada en mayo-, los ejecutivos de las
principales empresas e, inclusive, algunos grandes banqueros muestran llamativo
optimismo, basado en una clave: al parecer, la economía real se acerca
a un punto de inflexión. Luego, irá saliendo del marasmo que data
de 1991.
Según estadísticas oficiales, en mayo el producto manufacturero
aumentó a 2,5% de ritmo anual debido, esencialmente, a exportaciones
de electrónicos, maquinaria, equipos y automotores… a Estados Unidos
(donde, por ejemplo, el Lexus de Toyota les saca mercado a sus equivalentes
de GM y Ford). Estos días, aparte, apareció una señal inesperada:
el "tankan" -informe trimestral del Banco del Japón (central)-
revela una mejora neta en la confianza de los ejecutivos.
Por de pronto, un grupo de "keiretsu" (conglomerados horizontales)
planea elevar hasta 5% las inversiones de capital y proyectan un promedio de
11% de aumento en utilidades. Amén de la amplia y prolongada reacción
bursátil, al dólar le cuesta mucho volver a los 120 yenes. "Nadie
compra ilusiones fáciles, como en EE.UU., y todos observamos con inquietud
la recesión en Alemania. Pero el panorama local es alentador", coinciden
analistas de Nomura, Daiwa, JP Morgan Securities, HSBC, etcétera.
Mientras la bolsa de Tokio es la que más repunta este año -aun teniendo
en cuenta la burbuja de Wall Street, iniciada en mayo-, los ejecutivos de las
principales empresas e, inclusive, algunos grandes banqueros muestran llamativo
optimismo, basado en una clave: al parecer, la economía real se acerca
a un punto de inflexión. Luego, irá saliendo del marasmo que data
de 1991.
Según estadísticas oficiales, en mayo el producto manufacturero
aumentó a 2,5% de ritmo anual debido, esencialmente, a exportaciones
de electrónicos, maquinaria, equipos y automotores… a Estados Unidos
(donde, por ejemplo, el Lexus de Toyota les saca mercado a sus equivalentes
de GM y Ford). Estos días, aparte, apareció una señal inesperada:
el "tankan" -informe trimestral del Banco del Japón (central)-
revela una mejora neta en la confianza de los ejecutivos.
Por de pronto, un grupo de "keiretsu" (conglomerados horizontales)
planea elevar hasta 5% las inversiones de capital y proyectan un promedio de
11% de aumento en utilidades. Amén de la amplia y prolongada reacción
bursátil, al dólar le cuesta mucho volver a los 120 yenes. "Nadie
compra ilusiones fáciles, como en EE.UU., y todos observamos con inquietud
la recesión en Alemania. Pero el panorama local es alentador", coinciden
analistas de Nomura, Daiwa, JP Morgan Securities, HSBC, etcétera.
Mientras la bolsa de Tokio es la que más repunta este año -aun teniendo
en cuenta la burbuja de Wall Street, iniciada en mayo-, los ejecutivos de las
principales empresas e, inclusive, algunos grandes banqueros muestran llamativo
optimismo, basado en una clave: al parecer, la economía real se acerca
a un punto de inflexión. Luego, irá saliendo del marasmo que data
de 1991.
Según estadísticas oficiales, en mayo el producto manufacturero
aumentó a 2,5% de ritmo anual debido, esencialmente, a exportaciones
de electrónicos, maquinaria, equipos y automotores… a Estados Unidos
(donde, por ejemplo, el Lexus de Toyota les saca mercado a sus equivalentes
de GM y Ford). Estos días, aparte, apareció una señal inesperada:
el "tankan" -informe trimestral del Banco del Japón (central)-
revela una mejora neta en la confianza de los ejecutivos.
Por de pronto, un grupo de "keiretsu" (conglomerados horizontales)
planea elevar hasta 5% las inversiones de capital y proyectan un promedio de
11% de aumento en utilidades. Amén de la amplia y prolongada reacción
bursátil, al dólar le cuesta mucho volver a los 120 yenes. "Nadie
compra ilusiones fáciles, como en EE.UU., y todos observamos con inquietud
la recesión en Alemania. Pero el panorama local es alentador", coinciden
analistas de Nomura, Daiwa, JP Morgan Securities, HSBC, etcétera.