jueves, 26 de diciembre de 2024

Nuevamente se calientan el petróleo y otros productos básicos

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Los precios para crudos, naftas, oro, plata y otros rubros primarios han vuelto a elevarse. Las tasas largas los acompañaban. No obstante ello, las principales bolsas seguían inmersas en una inestables onda especulativa.

Los crudos tejanos intermedios, con entrega en mayo, se acercaron la última semana a US$ 68 y concluyeron en 67,40 el barril en la plaza neoyorquina, máximo este año. Los futuros de naftas alcanzaron un pico desde septiembre. Las causas más citadas son preocupaciones sobre Irán, Irak, Nigeria, menos existencias de combustibles en Estados Unidos, dólar débil y acelerado deterioro político de George W.Bush.

Con varios expertos –algunos en la secretaría de Energía y Combustibles- temiendo más de US$ 80 el barril de WTI para el tercer trimestre y niveles actuales ya próximos a los US$ 70, Wall Street parece confiar en que podrá superar este alza, así como los hizo en 2005. Sus gurúes esgrimen cifras: esta semana, el Dow Jones industrial se acercó nuevamente a los 11.723 puntos, registrados el 14 de enero de 2002 (pero al cabo de desinflaron un poco). Por otra parte, las casi diarias intimaciones a Irán no son tomadas en serio por los mercados especulativos. Sólo que, desde el sábado, circula un plan de la Casa Blanca para atacar ese país y eso puede influir en los precios petroleros.

Mientras tanto, los futuros áureos orillaban los US$ 600 la onza troy (31,104 gramos), o sea el valor en enero de 1981. Por supuesto, ese nivel sigue lejos de los US$ 850 registrados el 20 de enero de 1980. Además, a dólares constantes, hoy serían 2.200. Igual sucede con la plata, que alcanzó US$ 12 la onza. Su propio récord, el mismo día que el oro, era US$ 50, vale decir 129,50 actuales.

Por un lado, muchos compradores netos de metales preciosos (los anteriores más platino y paladio) los precisan para joyería. Por el otro, los especuladores quiere cubrirse de un dólar en potencial deterioro. Según el boletín especializado “Grandich letter”, “el factor adicional en esta onda refleja temores globales acerca del dólar. Sin embargo, el deterioro pasa por los bonos de deuda norteamericana, de ahí que las tasas largas hayan superado un máximo técnico y llegado a 4,91 (T-10) y 4,97% (T-30)”.

Los crudos tejanos intermedios, con entrega en mayo, se acercaron la última semana a US$ 68 y concluyeron en 67,40 el barril en la plaza neoyorquina, máximo este año. Los futuros de naftas alcanzaron un pico desde septiembre. Las causas más citadas son preocupaciones sobre Irán, Irak, Nigeria, menos existencias de combustibles en Estados Unidos, dólar débil y acelerado deterioro político de George W.Bush.

Con varios expertos –algunos en la secretaría de Energía y Combustibles- temiendo más de US$ 80 el barril de WTI para el tercer trimestre y niveles actuales ya próximos a los US$ 70, Wall Street parece confiar en que podrá superar este alza, así como los hizo en 2005. Sus gurúes esgrimen cifras: esta semana, el Dow Jones industrial se acercó nuevamente a los 11.723 puntos, registrados el 14 de enero de 2002 (pero al cabo de desinflaron un poco). Por otra parte, las casi diarias intimaciones a Irán no son tomadas en serio por los mercados especulativos. Sólo que, desde el sábado, circula un plan de la Casa Blanca para atacar ese país y eso puede influir en los precios petroleros.

Mientras tanto, los futuros áureos orillaban los US$ 600 la onza troy (31,104 gramos), o sea el valor en enero de 1981. Por supuesto, ese nivel sigue lejos de los US$ 850 registrados el 20 de enero de 1980. Además, a dólares constantes, hoy serían 2.200. Igual sucede con la plata, que alcanzó US$ 12 la onza. Su propio récord, el mismo día que el oro, era US$ 50, vale decir 129,50 actuales.

Por un lado, muchos compradores netos de metales preciosos (los anteriores más platino y paladio) los precisan para joyería. Por el otro, los especuladores quiere cubrirse de un dólar en potencial deterioro. Según el boletín especializado “Grandich letter”, “el factor adicional en esta onda refleja temores globales acerca del dólar. Sin embargo, el deterioro pasa por los bonos de deuda norteamericana, de ahí que las tasas largas hayan superado un máximo técnico y llegado a 4,91 (T-10) y 4,97% (T-30)”.

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