sábado, 28 de diciembre de 2024

Se ha contraído el déficit comercial de Estados Unidos

spot_img

El saldo adverso en el intercambio norteamericano se ha reducido 4,1%, vale decir a $ 65.700 millones, en febrero último. Es el mayor retroceso mensual en casi un año. Paralelamente, la brecha negativa con China disminuía 22,7%.

Así se desprende del informe difundido por el departamento federal de Comercio. Nuevamente, a los gurúes de Wall Street les funcionó mal la bola de cristal. En efecto, si bien las causales –menor demanda de los consumidores y retroceso coyuntural en precios petroleros- eran correctas, los sabios al servicio de Bloomberg’s esperaban apenas mil millones de reducción. No los 2.900 millones registrados.

No obstante, el déficit de febrero queda tercero en volumen nominal histórico. En otras palabras, la proyección del rojo comercial para todo este año continúa siendo superior al récord de 2005 (US$ 723.600 millones).

Por supuesto, varios analistas bursátiles saludaron el menor saldo rojo con bombos y platillos. Unos pocos, en cambio, recordaron que –desde fines de marzo- los precios de crudos tornaban a elevarse y, en esta semana corta, las noticias nucleares de Irán empujaron los tejanos intermedios hasta muy cerca de US$ 70 el barril con entrega en mayo.

En la onda optimista, algunos expertos suponen que este déficit, tan inferior a lo calculado, podría mejorar los estimados sobre evolución anualizada del producto bruto interno en el primer trimestre. Pero no en grado suficiente para alterar el ritmo -más bien lento- de reactivación económica.

“De nuevo, el dólar parece reaccionar contra otras divisas, al conocerse las estadísticas del intercambio en febrero. Pero –observa un informe del Bank of New York- la brecha comercial negativa sigue siendo astronómica. Además, la clave de los mercados cambiarios está pasando de las tasas largas a los desequilibrios globales; en particular, los de EE.UU.”.

En un plano político, las novedades sobre el déficit le vendrán muy bien al presidente chino, Hu Jintao. Esperado en Washington para dentro de muy poco, sus funcionarios ahora pueden argumentar que el superávit sobre EE.UU. no es tan terrible como lo pintan varios legisladores y los “lobbies” empresarios.

Así se desprende del informe difundido por el departamento federal de Comercio. Nuevamente, a los gurúes de Wall Street les funcionó mal la bola de cristal. En efecto, si bien las causales –menor demanda de los consumidores y retroceso coyuntural en precios petroleros- eran correctas, los sabios al servicio de Bloomberg’s esperaban apenas mil millones de reducción. No los 2.900 millones registrados.

No obstante, el déficit de febrero queda tercero en volumen nominal histórico. En otras palabras, la proyección del rojo comercial para todo este año continúa siendo superior al récord de 2005 (US$ 723.600 millones).

Por supuesto, varios analistas bursátiles saludaron el menor saldo rojo con bombos y platillos. Unos pocos, en cambio, recordaron que –desde fines de marzo- los precios de crudos tornaban a elevarse y, en esta semana corta, las noticias nucleares de Irán empujaron los tejanos intermedios hasta muy cerca de US$ 70 el barril con entrega en mayo.

En la onda optimista, algunos expertos suponen que este déficit, tan inferior a lo calculado, podría mejorar los estimados sobre evolución anualizada del producto bruto interno en el primer trimestre. Pero no en grado suficiente para alterar el ritmo -más bien lento- de reactivación económica.

“De nuevo, el dólar parece reaccionar contra otras divisas, al conocerse las estadísticas del intercambio en febrero. Pero –observa un informe del Bank of New York- la brecha comercial negativa sigue siendo astronómica. Además, la clave de los mercados cambiarios está pasando de las tasas largas a los desequilibrios globales; en particular, los de EE.UU.”.

En un plano político, las novedades sobre el déficit le vendrán muy bien al presidente chino, Hu Jintao. Esperado en Washington para dentro de muy poco, sus funcionarios ahora pueden argumentar que el superávit sobre EE.UU. no es tan terrible como lo pintan varios legisladores y los “lobbies” empresarios.

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO