En esta oportunidad, los mercados prestaban mayor atención a las causas, no tanto a los efectos. Sucede que este aumento reflejan una amplia reducción de inventarios de crudos en Estados Unidos. Esto puso en segundo plano una noticia positiva.
Por cierto, la reunión de la Organización de países exportadores de petróleo analizaba la idea de descartar ulteriores llamados para otro recorte de producción. Eso obedece, sin duda, a que las existencias norteamericanas son de pronto un problema.
Cifras oficiales indican que el abastecimiento de crudos se ha dificultado, a días de empezar el invierno septentrional. Estas reservas había bajado hace una semana en 4.300.000 barriles. Por su parte, la Agencia internacional de energía (“club de consumidores”) había señalado que un anterior recorte de la Opep estaba afectando las existencias alrededor del mundo y le pidió a la entidad mantener la actual producción.
Resulta irónico que el repunte del miércoles haya seguido a un deslizamiento de tres días en valores, provocado por el escaso frío en el noreste de EE.UU., el mayor mercado mundial de petróleo para calefacción (debido a anticuadas instalaciones que precisan ese insumo tan contaminante). Mientras tanto, la inminente reunión de la Opep saca a luz disidencias internas.
Eso explica que, tras amagues iniciales de pedir un segundo recorte de producción –durante las preliminares del encuentro del jueves-, resulta que la mayoría de miembros prefiere la cautela. O sea, conformarse por ahora con la reducción de 1.200.000 barriles diarios ya resuelta.
En esta oportunidad, los mercados prestaban mayor atención a las causas, no tanto a los efectos. Sucede que este aumento reflejan una amplia reducción de inventarios de crudos en Estados Unidos. Esto puso en segundo plano una noticia positiva.
Por cierto, la reunión de la Organización de países exportadores de petróleo analizaba la idea de descartar ulteriores llamados para otro recorte de producción. Eso obedece, sin duda, a que las existencias norteamericanas son de pronto un problema.
Cifras oficiales indican que el abastecimiento de crudos se ha dificultado, a días de empezar el invierno septentrional. Estas reservas había bajado hace una semana en 4.300.000 barriles. Por su parte, la Agencia internacional de energía (“club de consumidores”) había señalado que un anterior recorte de la Opep estaba afectando las existencias alrededor del mundo y le pidió a la entidad mantener la actual producción.
Resulta irónico que el repunte del miércoles haya seguido a un deslizamiento de tres días en valores, provocado por el escaso frío en el noreste de EE.UU., el mayor mercado mundial de petróleo para calefacción (debido a anticuadas instalaciones que precisan ese insumo tan contaminante). Mientras tanto, la inminente reunión de la Opep saca a luz disidencias internas.
Eso explica que, tras amagues iniciales de pedir un segundo recorte de producción –durante las preliminares del encuentro del jueves-, resulta que la mayoría de miembros prefiere la cautela. O sea, conformarse por ahora con la reducción de 1.200.000 barriles diarios ya resuelta.