En realidad, se trata de una serie de pequeñas alzas diarias que añaden un récord a otro desde mediados de marzo. Por otro lado, la difusión de trimestrales se gradúa –algunos sospechan que a pedido de los grandes intermediarios de valores- justamente para sostener ese sesgo.
El perfil es claro. Entre el traumático desplome coronado el 3 de marzo (12.050,4 en el DJ industrial) y el último récord, el viernes 20 (12.962) hay una brecha de apenas 7,6%. Pero la reciente serie corta de máximos acumula apenas 1,2% en tres cierres consecutivos (12.803,8 a 12.962).
Obviamente, analistas y gurúes bursátiles afirman hoy que no existen temores de que los excelentes ingresos registrados en enero-marzo se deterioren rápidamente. Pero, sugestivamente, las grandes firmas de valores no arriesgan pronósticos de ese tenor en forma explícita (para eso están los operadores más chicos).
Por tanto el DJ industrial cerró en 12.962, tras tocar picos de 12.980. El Standard&Poor’s 500 alcanzò 14.84, 3, su cuarto récord en la semana. Pero el Nasdaq compuesto sigue sin lograr uno propio y concluyó en 2.526,3. Sucede que las acciones tecnológicas son más sensibles al horizonte recesivo que ofrece la economía norteamericana real para el próximo semestre.
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En realidad, se trata de una serie de pequeñas alzas diarias que añaden un récord a otro desde mediados de marzo. Por otro lado, la difusión de trimestrales se gradúa –algunos sospechan que a pedido de los grandes intermediarios de valores- justamente para sostener ese sesgo.
El perfil es claro. Entre el traumático desplome coronado el 3 de marzo (12.050,4 en el DJ industrial) y el último récord, el viernes 20 (12.962) hay una brecha de apenas 7,6%. Pero la reciente serie corta de máximos acumula apenas 1,2% en tres cierres consecutivos (12.803,8 a 12.962).
Obviamente, analistas y gurúes bursátiles afirman hoy que no existen temores de que los excelentes ingresos registrados en enero-marzo se deterioren rápidamente. Pero, sugestivamente, las grandes firmas de valores no arriesgan pronósticos de ese tenor en forma explícita (para eso están los operadores más chicos).
Por tanto el DJ industrial cerró en 12.962, tras tocar picos de 12.980. El Standard&Poor’s 500 alcanzò 14.84, 3, su cuarto récord en la semana. Pero el Nasdaq compuesto sigue sin lograr uno propio y concluyó en 2.526,3. Sucede que las acciones tecnológicas son más sensibles al horizonte recesivo que ofrece la economía norteamericana real para el próximo semestre.
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